Le Pen podrá presentarse a las elecciones europeas tras recurrir su condena a un año de inhabilitación
Jean-Marie Le Pen concurrirá finalmente a las elecciones europeas del año próximo. El eurodiputado y líder de la ultraderecha francesa ha optado por recurrir ante un tribunal de casación la sentencia que le ha condenado a un año de inhabilitación, además de a tres meses de cárcel, que sólo deberá cumplir en caso de reincidencia. Le Pen fue declarado culpable de sendos delitos de "violencia en grupo" e injurias por su agresión física y verbal a una diputada socialista.Con su recurso, cuya mera interposición suspende automáticamente la ejecución de la pena, el presidente del Frente Nacional (FN) se asegura su continuidad en el Parlamento de Estrasburgo y, sobre todo, cierra el paso a su teórico lugarteniente Bruno Mégret, que aspiraba a sustituirle al frente de la candidatura. Aunque el jefe natural del FN había designado a su esposa Jeny como su eventual sustituta el frente de la lista europea, el grupo de Bruno Mégret se disponía a librar una batalla interna para hacerse con la plaza y abrir así la vía del recambio en las altas esferas del partido.
Con su decisión de ayer, Jean-Marie Le Pen asume en todo caso el riesgo de que un eventual rechazo de su recurso de casación le obligue a cumplir la pena de inhabilitación en el periodo previo a las elecciones presidenciales previstas el año 2002.
El Tribunal de Casación del Tribunal Supremo francés tarda generalmente entre año y medio y dos años en dictar sus veredictos, pero siempre hay excepciones, y además nunca puede descartarse que las elecciones presidenciales, el terreno preferido de Le Pen, sufran un adelanto. Parece claro que en la decisión del presidente del FN ha primado la urgencia de desbaratar el movimiento interno emprendido por Mégret, el artífice de los pactos electorales con la derecha regionalista que sumieron en la crisis y en las escisiones a los partidos democráticos conservadores.
El calendario judicial del presidente del Frente Nacional no se acaba ahí. La justicia alemana y la de su propio país le han procesado por las declaraciones, efectuadas en Francfort, en las que afirmó que las cámaras de gas de los campos de concentración nazis son "un detalle de la historia".
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