El Gobierno teme un aumento de la tensión con los nacionalistas

No se avecinan buenos tiempos para las relaciones entre el Gobierno del Partido Popular y Convergència i Unió. El PP mantiene el temor de que las elecciones autonómicas catalanas, que se celebrarán en marzo próximo, originen durante los próximos meses una espiral de inestabilidad. De momento, el PP ha decidido no echar leña al fuego. El ministro portavoz, Josep Piqué, quitó importancia a las desavenencias surgidas con CiU durante el reciente debate presupuestario. Son "tensiones normales", apuntó.

El Gobierno teme que la inestabilidad con sus socios nacionalistas, especialmente con Convergència i Unió, se acreciente hasta las elecciones catalanas, previstas para marzo de 1999, según afirman fuentes de La Moncloa.El portavoz del Ejecutivo, Josep Piqué, no quiso ayer echar leña al fuego y evitó mezclar esta situación política de fondo que se apunta para los próximos meses con las discrepancias surgidas con los nacionalistas durante el reciente debate presupuestario, que el jueves finalizó su tramitación en el Congreso de los Diputados y pasó al Senado.

Al finalizar el Consejo de Ministros de ayer, Piqué señaló que esas discrepancias pueden atribuirse a "interpretaciones distintas de CiU" respecto al Ejecutivo en relación con el montante global que debían tener las inversiones en Cataluña a introducir en los presupuestos del Estado del próximo ejercicio. Por tanto, según el ministro Portavoz, tales diferencias no se deben a "descoordinaciones internas" en el Gobierno, tal y como indicaron los partidos nacionalistas en sus críticas.

Piqué, en un afán de alejar la idea de inestabilidad en las relaciones del Gobierno con sus socios nacionalistas, agregó que "siempre, en las últimas horas del debate presupuestario, surgen pequeñas tensiones y problemas que forman parte de la normalidad" y resaltó que, al final, el Congreso de los Diputados, por mayoría, ha aprobado la Ley de Presupuestos y su ley de acompañamiento.

También destacó que el Partido Nacionalista Vasco, pese a su rechazo a los presupuestos, ha dado su voto a la ley de acompañamiento, con lo que Piqué apuntó la esperanza de que "siga asegurando su apoyo a la gobernabilidad".

"Opinión de una persona"

Por otra parte, Piqué calificó de "opinión de una persona" las declaraciones efectuadas por el diputado vasco por Euskal Herritarrok (EH) y ex dirigente de ETA Josu Urrutikoetxea, Josu Ternera, en las que dijo que la banda no aceptará la paz sólo a cambio de la salida de los presos etarras.Piqué insistió en que el Gobierno no modificará su posición en este terreno: "Es suficientemente conocida. No habrá cambios en la política penitenciaria mientras no se acredite la auténtica voluntad de paz por parte de ETA. Se pueden hacer planteamientos distintos, como es natural, pero el Gobierno no modificará aquello que ha venido diciendo en las últimas semanas".

El ministro Portavoz también salió al paso de las últimas declaraciones del dirigente democristiano italiano, Francesco Cossiga, quien reiteró el jueves que acudirá la próxima semana de visita al País Vasco. Cossiga desafió al Gobierno a que le impida una visita en la que pretende conversar con dirigentes del PNV y EH sobre el incipiente proceso de paz. Durante la campaña electoral, el Gobierno le aconsejó que no la llevara a cabo. Piqué invitó ayer a Cossiga a "tranquilizarse".

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, por su parte, ya manifestó hace algunos días que han pasado los tiempos de la dictadura en que se impedía la entrada en España a políticos extranjeros.