Los otros "crímenes y fechorías" del presidente estadounidense
Ningún presidente en la historia de EE UU ha acumulado tantas denuncias como Clinton. Por votación mayoritaria -incluidos más de 30 demócratas- del pleno de la Cámara de Representantes, el comité de Asuntos Judiciales tiene autoridad para investigar no sólo el caso Lewinsky, sino todos los que puedan entrar dentro del campo de los "serios crímenes y fechorías" que permiten al Legislativo destituir al presidente. Los otros casos son:WHITEWATER. Starr, que investiga desde hace cuatro años este oscuro asunto de especulación inmobiliaria ocurrido cuando Clinton era gobernador de Arkansas, no ha podido encontrar pruebas contra el ahora presidente. Starr acusa a Clinton de haber usado los poderes de la Casa Blanca para bloquear la investigación. Tras el suicidio de Vincent Foster, abogado de los Clinton en este asunto, su despacho en la Casa Blanca fue limpiado de documentos comprometedores. Luego, varios amigos de Clinton entregaron a otro testigo comprometedor, Wester Hubbell, más de 75 millones de pesetas. Starr sospecha que para comprar su silencio.
FINANCIACIÓN ILEGAL. En este caso, que ahora lleva la fiscal general, Janet Reno, Clinton y Al Gore son sospechosos de haber usado ilegalmente dormitorios, teléfonos y personal de la Casa Blanca para recaudar dinero para su campaña electoral de 1996. Los republicanos del comité de Asuntos Judiciales querrían citar al amigo de Clinton y recaudador demócrata John Huang.
CONEXIÓN CHINA. Este escándalo es muy peligroso para Clinton. El Gobierno y empresas de la República Popular China aportaron dinero a la campaña electoral de 1996. En esa época, Clinton autorizó a varias firmas estadounidenses, entre ellas Loral, a suministrar a China alta tecnología para el lanzamiento de misiles y cohetes.
TRAVELGATE. Recién llegados a la Casa Blanca, en 1993, los Clinton despidieron al equipo de la agencia de viajes de la presidencia para, supuestamente, dar los puestos a varios amigos suyos.
FILEGATE. Cientos de fichas del FBI sobre políticos republicanos fueron encontradas en la Casa Blanca en 1996. Clinton dijo que había sido "un error burocrático".
Además, Clinton ha sido acusado de acoso sexual por dos empleadas.
PAULA JONES. Clinton cerró este asunto la semana pasada dando a Jones más de 120 millones de pesetas. Jones denunciaba que, siendo ella empleada del Gobierno de Arkansas y él gobernador, Clinton le pidió una felación.
KATHLEEN WILLEY. Willey denuncia que Clinton la asaltó sexualmente un día de 1993 en que ella entró en el Despacho Oval para pedirle una mejora laboral.
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