Ortega prepara una reunión con Rajoy para mediar entre Gobierno y Junta

El secretario general de los andalucistas y consejero de Relaciones con el Parlamento, Antonio Ortega, prepara una reunión con el ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, para intentar mediar en la guerra sin cuartel que enfrenta al Gobierno central y a la Junta, según fuentes de la dirección del PA. Aún no hay fecha para la cita: los nacionalistas prefieren esperar a que se concrete el contenido y evitar que la entrevista sea un mero contacto de cortesía. El PA centrará su estrategia de distanciamiento electoral con el PSOE en las críticas a las relaciones con el Gobierno, ya que no figuran en el acuerdo de la coalición.

Una vez alcanzado el ecuador de la legislatura, en marzo pasado, los andalucista dieron por probada holgadamente su lealtad al pacto de coalición que mantienen con el PSOE en el Gobierno de la Junta. La ejecutiva nacionalista se reunió en Vera (Almería) y diseñó una cuidada estrategia para que se viera que están presentes en la Junta, que influyen y gestionan, pero con una acción política genuina y diferenciada de sus socios. Sin embargo, han pasado los meses y el PA no ha logrado dar con la fórmula para desprenderse del temido abrazo del oso. Agobiado por las fechas, el PA se propone emprender una segunda etapa. La baza principal que piensan jugar los nacionalistas son las malísimas relaciones institucionales de la Junta y el Gobierno. Sin cuestionar su adhesión a la coalición con el partido que lidera Manuel Chaves, el PA cree que goza de un amplio margen para buscar posiciones intermedias que garanticen que la comunidad autónoma no pierda dinero en la pelea, y ejercer de mediador entre socialistas y populares. El diálogo de las administraciones central y autonómica no figura en el documento del acuerdo de coalición -suscrito a principios de la legislatura-, razón por lo que los nacionalistas andaluces se sienten sin compromiso alguno y con las manos libres para moverse a su antojo en esta franja. Segundo contacto Antonio Ortega ha dado ya algunos pasos y, además de dejarse ver con cargos del PP -acudió a la inauguración de la nueva sede regional y eligió a Javier Arenas para que le presentara una conferencia en el foro de Encuentros 2000-, está realizando gestiones para entrevistarse con el ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, con quien ya en 1997 mantuvo un contacto, previo a una reunión formal entre el ministerio y el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías. Todavía no hay fecha concreta, pero desde el PP andaluz se está trabajando en ese sentido. Según fuentes de la dirección andalucista, Antonio Ortega no tiene prisa, pues pretende abordar temas concretos y obtener resultados, y teme que si se apresura, la reunión quede en una cordial charla protocolaria. Aunque los socialistas no ven con muy buenos ojos los movimientos de sus compañeros de Gobierno, de momento prescindirán de críticas o gestos de enfado de carácter oficial. El PSOE opina que los reproches otorgarían un balón de oxígeno al PA, y en la práctica significaría caer de lleno en la estrategia de distanciamiento que persiguen los andalucistas. A estas razones se suma otra más: desconfían de las buenas intenciones de los coqueteos de los populares con sus socios, y califican de "trampa electoral" el solícito acercamiento del PP hacia los nacionalistas. El PA también ha iniciado maniobras para normalizar las relaciones con Izquierda Unida, formación con la que ha mantenido un enfrentamiento sin matices. Desde el comienzo del actual mandato, la federación arremetió contra el PA, y en los fracasados intentos de diálogo con los socialistas, IU ha situado siempre a los andalucistas como principal obstáculo. El PA baraja la hipótesis de que Chaves adelantará las elecciones, si Aznar decide agotar la legislatura, para que no coincidan autonómicas y generales.