Campaña en favor del reparto de las tareas domésticas en San Sebastián

El Ayuntamiento de San Sebastián va a promover la corresponsabilidad de hombres y mujeres en las tareas domésticas y familiares a través de una campaña informativa que culminará con la organización de talleres en los que se enseñará a hacer la plancha, a coser y a resolver problemas básicos en fontanería o mecánica del automóvil, entre otras materias. La campaña "Oye...cariño?", que ya se ha desarrollado en otras ciudades, como Bilbao, fue presentada ayer por la concejal de Mujer y Participación Ciudadana, Koro Garmendia, quien la enmarcó en el plan municipal de igualdad de oportunidades. El objetivo se cifra en romper "cierta especialización" en la asignación de tareas que se producen en el hogar, de forma que éstas sean intercambiables "porque no tienen género ni sexo". Maite Mentxaka, una de las organizadoras de la campaña explicó que "no vamos a cambiar los papeles pero sí podemos hacer que los compartamos". Los talleres se abrirán en enero con un programa de 80 horas que en el caso de los hombres incluirá como materias de formación la dietética y nutrición, los arreglos básicos en costura, la plancha, la limpieza y la "ecología del hogar". En el caso del curso para mujeres, se les adiestrará en fontanería, electricidad, carpintería y mecánica del automóvil. Reparto negociado La filosofía de la campaña parte de la premisa de que el reparto de tareas domésticas se puede acordar "a través de la negociación y el acuerdo de estrategias de convivencia basadas en la corresponsabilidad y en la cooperación, promoviendo la conciliación de las responsabilidades profesionales, personales y familiares". El departamento municipal de la Mujer sostiene que en la atribución dada de funciones en el hogar los hombres desempeñan "tareas relacionadas con la reparación de la vivienda y los vehículos de motor, mientras que las mujeres realizan actividades centradas en la limpieza, compra y preparación de alimentos, actividades que además son desvalorizadas". Esta situación se produce, según Garmendia, por "la imposibilidad de las mujeres de acceder al trabajo productivo, es decir, por la desigualdad de participación entre hombres y mujeres en el mercado de trabajo". Sin embargo, la progresiva incorporación femenina al mercado laboral suscita la aparición de "nuevas necesidades y exigencias", entre ellas las que se derivan de un reparto más equitativo de las tareas domésticas y familiares. Además, subrayan los promotores de la campaña, "todas las personas de la familia necesitan tiempo que les permita descansar, olvidarse de ciertas responsabilidades o salir de la rutina laboral". Ello redunda en unas relaciones interpersonales "más placenteras, con la disminución de tensiones y conflictos" en la pareja, según subrayaron.