Arafat anuncia que proclamará el Estado palestino en mayo con capital en Jerusalén este
"Nuestros fusiles están preparados". El presidente palestino, Yasir Arafat, ha lanzado en menos de veinticuatro horas un doble reto a Israel al anunciar su firme decisión de proclamar el próximo 4 de mayo el Estado de Palestina, con Jerusalén este como capital, utilizando las armas si es preciso. El mensaje del líder palestino ha provocado la indignación del Gobierno conservador de Benjamín Netanyahu, que ha amenazado con no aplicar los acuerdos de Wye Plantation, firmados el pasado 23 de octubre y cuya entrada en vigor se encuentra bloqueada desde hace dos semanas.
"Nuestros fusiles están preparados. Nosotros estamos dispuestos a levantarnos contra cualquiera que trate de impedirnos rezar en Jerusalén. Estamos en el camino de la proclamación de nuestro Estado, con Jerusalén oriental como capital, como es nuestro derecho", aseguró ayer el presidente palestino, Yasir Arafat, en la ciudad cisjordana de Ramalá, ante un auditorio de unas 200 personas, compuestas en su mayoría por dirigentes del partido gubernamental Al Fatá y por cuadros de la Organización para la Liberación de Palestina.Arafat reiteró en este discurso de Ramalá un mensaje similar que horas antes había pronunciado en la ciudad de Nablús, al norte de Cisjordania, donde más de 15.000 personas se habían reunido en un estadio de la ciudad para conmemorar, junto con el presidente de la Autoridad Palestina, el décimo aniversario de la declaración solemne de independencia palestina, efectuada en el transcurso de una sesión extraordinaria del Consejo Nacional Palestino (Parlamento) celebrada en Argel el 15 de noviembre de 1988.
"Estamos ante una situación muy difícil y peligrosa, pero el pueblo palestino es un gigante y está dispuesto a todo...", continuó asegurando ante el auditorio de militantes de Al Fatá en Ramalá, consciente de que las palabras que estaba pronunciando entonces, al igual que las que había pronunciado el día anterior, iban a provocar la indignación del Gobierno conservador de Benjamín Netanyahu.
La reacción israelí ante las declaraciones del dirigente palestino no se hizo esperar. El propio jefe del Gobierno israelí, Netanyahu, que se encontraba desde primera hora del domingo reunido con su Gabinete, anunció la posibilidad de no aplicar los acuerdos de Wye Plantation, anexionándose además los territorios próximos a Jerusalén y los situados cerca de las zonas de seguridad de Cisjordania si la proclamación del Estado palestino se hacía efectiva.
"Las palabras de Arafat demuestran que lo que quiere es torpedear los acuerdos de Oslo y de Wye Plantation; espero que no continuará en esta línea política", advirtió Netanyahu ante los 17 ministros de su Gabinete, a los que aseguró, además, que "Israel no puede continuar aplicando estos acuerdos si la otra parte firmante indica que quiere violar el pacto, después de haber recibido los territorios evacuados por nuestras tropas".
Dennis Ross, el emisario de la Casa Blanca para el proceso de paz, está siendo testigo privilegiado de la polémica suscitada entre Arafat y Netanyahu. Ross se encuentra desde el viernes en la región para supervisar, por encargo del presidente Bill Clinton, la aplicación de los acuerdos de Wye Plantation, bloqueados desde hace dos semanas.
El duelo verbal entre Arafat y Netanyahu no parece, sin embargo, afectar por ahora el proceso de ratificación israelí de los acuerdos de Wye Plantation. Hoy está previsto que se reúna en Jerusalén el Parlamento de Israel, la Kneset, con la misión de discutir y votar los acuerdos de Washington aprobados la semana pasada por el Gobierno de Netanyahu.
El miércoles, una vez ratificado el pacto, está previsto que se reúna de nuevo el Ejecutivo hebreo para poner en marcha las primeras medidas acordadas por palestinos e israelíes en EEUU.
Las previsiones más optimistas aseguran que la primera parte del repliegue militar israelí en Cisjordania podría llevarse a cabo a finales de esta semana, coincidiendo con la apertura del aeropuerto de Gaza, la liberación de 200 detenidos palestinos y la detención por parte de la policía de Arafat de 10 supuestos terroristas palestinos que figuran en una lista de 30 militantes cuyo encarcelamiento está siendo exigido por Israel como condición para ratificar los acuerdos de Wye Plantation.
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