Casi la mitad de los reclutas de 1999 renuncia a la "mili a la carta"
¿Cuántos de los 135.563 jóvenes sorteados ayer se incorporarán finalmente a filas? Los responsables del Ministerio de Defensa no tienen respuesta a esta pregunta, pero la experiencia demuestra que al menos un 20% de los reclutas no llega nunca al cuartel, en su mayoría porque se declara objetor de conciencia. Este año hay un dato especialmente preocupante: sólo el 59,2% de los miembros de la quinta del 99, frente al 78% de sus predecesores, ha manifestado alguna preferencia sobre cómo quieren cumplir el servicio militar.
La llamada mili a la carta, que permite al joven elegir el Ejército, el reemplazo y la región militar en que se incorpora a filas, así como optar a alguna de las plazas ofertadas, la puso en marcha el Gobierno socialista a principios de esta década para estimular el cumplimiento del servicio militar obligatorio.El director general de Reclutamiento, Jesús Pérez Esteban, declaró ayer -al término del proceso informático de asignación de destinos- que el 88% de los jóvenes que han manifestado alguna preferencia la han visto atendida, frente al 81% del año pasado. Tuvo que reconocer, sin embargo, que el 40,8% de los afectados no mostró preferencia alguna, cuando este porcentaje sólo fue del 22% en 1998. Como consecuencia de ello, el 46,6% de las 53.409 plazas ofertadas han quedado vacantes, mientras que el año pasado sólo fueron el 38,35%.
El escaso interés mostrado por los jóvenes ante la oportunidad que se les brinda para buscarse un servicio militar a medida no augura nada bueno para Defensa, pues es más difícil que quienes vean atendidas sus demandas eviten luego cumplir sus obligaciones militares. En el País Vasco, por ejemplo, donde la proporción de insumisos, objetores y prófugos es más alta, no llega al 20% el porcentaje de quienes manifiestan sus preferencias.
Para prevenir la posible falta de reclutas, el Gobierno ha eliminado el excedente de cupo, a pesar de que los 135.563 jóvenes sorteados ayer exceden en más de 40.000 las necesidades de las Fuerzas Armadas para 1999.
El Ministerio de Defensa ha preparado una reforma del Reglamento de Reclutamiento que suaviza las condiciones para librarse de la mili por sostenimiento familiar y causas médicas. El proyecto inicial preveía que fuera suficiente con padecer una afección leve -clasificada como C 4 en el cuadro médico- o cuatro dioptrías para librarse de la mili. Sin embargo, ante el aumento de objetores y prórrogas, el texto ha sido revisado, pasando a exigir dos afecciones simultáneas y a situar el límite de las dioptrías en cuatro para la miopía y seis para la hipermetropía.
Pérez Esteban anunció ayer que la reforma del reglamento entrará en vigor a principios del próximo año y estimó que unos 5.000 jóvenes de los sorteados ayer se beneficiarán de la misma. Con el texto inicial el cálculo de exentos superaba los 20.000.
La supresión de los excedentes de cupo ha permitido también a Defensa eliminar el polémico sorteo con bombos y bolas de lotería celebrado en noviembre pasado. La Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional tiene todavía pendientes de resolver ocho recursos presentados por otros tantos jóvenes que alegaron discriminación, ya que no todos los números tenían estadísticamente las mismas posibilidades de salir. Los jueces denegaron la petición de que se suspendiera su incorporación a filas, por lo que probablemente habrán concluido la mili cuando se dicte sentencia.
El director de Reclutamiento destacó que sólo 3.740 reclutas, frente a los 9.272 de este año, irán destinados forzosos a Ceuta y Melilla en 1999 y se mostró confiado en que la profesionalización del Ejército permita que ninguno vaya obligado en el 2.000.
Todos los jóvenes sorteados ayer recibirán una comunicación personal con su destino, que también pueden conocer consultando las listas expuestas en los centros de reclutamiento o llamando al teléfono 902121414.
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