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Obuchi añade un recorte de impuestos de 8,2 billones al plan de saneamiento de Japón

Fernando Gualdoni

El Gobierno de Japón presentó ayer el proyecto de su tercer plan de ayuda para la reactivación económica, que deberá ser aprobado por el Parlamento el próximo 27 de noviembre. Este tercer plan incluye una reducción de los impuestos sobre la renta personal y de las sociedades, por la que el Estado dejará de percibir 8,2 billones de pesetas. Este ajuste se añade al aumento del gasto público de 11,8 billones de pesetas para infraestructuras, ya anunciado el pasado 27 de octubre. De aprobarse este plan, el gasto público pasaría de los 43,9 billones previstos en 1997 a 143,9.

El gobernante Partido Demócrata Liberal (PDL) presentó ayer el proyecto del tercer plan de reactivación económica. En realidad, este plan ya había sido anunciado el pasado 27 de octubre y preveía un aumento del gasto público de 10 billones de yenes (11,8 billones de pesetas), que se invertirán en infraestructuras urbanas, transportes y telecomunicaciones. La novedad de ayer es que el proyecto, que deberá ser aprobado por el Parlamento el próximo 27 de noviembre, añade una nueva reducción del impuesto sobre la renta y el impuesto de sociedades, que reducirá los ingresos del Estado siete billones de yenes (8,2 billones de pesetas), según informa Efe.Durante el Gobierno del ex ministro Ryutaro Hashimoto, éste ya había logrado la aprobación de un aumento del gasto público equivalente a 14,4 billones de pesetas y un recorte de impuestos por valor de 5 billones.

Aquel presupuesto del primer plan de reactivación se quedó escaso cuando se comenzó a ventilar la enorme cantidad de créditos impagados en poder de la banca japonesa. Hashimoto no pudo lograr la aprobación de un nuevo plan de ayuda para sanear la banca y dimitió.

Segundo plan

Su sucesor, el actual primer ministro, Keizo Obuchi, sí lo consiguió. Tras dos meses de arduas negociaciones y ayudado por la presión de la comunidad internacional, Gobierno y oposición llegaron a un acuerdo para destinar 62 billones de yenes (72 billones de pesetas) de fondos públicos para liquidar esos créditos morosos y reflotar o liquidar definitivamente los bancos afectados. Obuchi también logró un nuevo aumento del gasto del Estado de 1,35 billones, que destinó a aliviar la presión de las pequeñas y medianas empresas y la reactivación del mercado inmobiliario.Ahora, el Gobierno de Obuchi, cediendo a las protestas de los empresarios japoneses y nuevamente a la comunidad internacional, intentará la aprobación de este tercer plan, tras reconocer que el impacto de los dos anteriores ha sido insuficiente.

Además, está pendiente de aprobación parlamentaria una emisión de cupones que se canjearían por productos o servicios. Cada cupón vale el equivalente a 35.000 pesetas y se repartirán a las familias con hijos menores de 15 años y las personas mayores de 65 años. El objetivo es la reactivación del consumo y la idea procede del partido Nuevo Komeito, aliado del PDL para ciertos proyectos. Por último, el Gobierno también está estudiando anular la subida del 3% al 5% del impuesto al consumo, que había aprobado en 1997.

De aprobarse el tercer plan, el gasto público de Japón para este año aumentaría 100 billones de pesetas respecto al previsto en 1997, mientras que los ingresos que el Estado dejaría de percibir por el recorte impositivo alcanzaría los 13,2 billones.

En lo que se refiere a la naturaleza exacta de la reducción de impuestos, todavía no se ha precisado. Sobre el impuesto de la renta, el primer recorte, anunciado en abril pasado y que se sumaba a uno aprobado en febrero, era de 160.800 pesetas por familia con dos o más hijos. Los detalles que atañen al nuevo plan no se conocen con detalle, pero se calcula que el recorte será de una cifra similar o ligeramente superior. En su conjunto, la reducción total sobre el impuesto de la renta hará caer la recaudación fiscal del Gobierno unos 4,7 billones de pesetas.

En cuanto al impuesto de sociedades, los detalles son aún menos exactos. El impuesto de sociedades en Japón es del 46,36% de los beneficios, más de 11 puntos por encima del español, y el plan del Gobierno, tanto del de Hashimoto como del de Obuchi, ha sido reducirlo hasta dejarlo aproximadamente en el 40%. Este porcentaje es el que siempre han declarado, pero sin haber llegado a confirmarlo de manera oficial. En principio, la idea es reducir el impuesto 3,5 puntos para finales de este año y otros 3,5 para finales de 1999. Lo que ha variado entre un primer ministro y otro es que el anterior dijo que la reducción sólo sería para el bienio 1998-99, y el actual, que será permanente.

Para los empresarios, ni el anterior ni el nuevo recorte del impuesto de sociedades es suficiente si se quiere alcanzar el fin perseguido. Una encuesta publicada ayer por la agencia Kyodo concluye que los empresarios japoneses y extranjeros consideran las medidas anunciadas como un remedio temporal, que servirá para frenar el empeoramiento de la economía, pero no para revitalizarla. Los únicos empresarios que se manifestaron a favor del plan fueron los del sector de la construcción, que manifestaron que los contratos por obras públicas son los únicos que les permitirán sobrevivir, ya que los de obra privada están estancados.

Los inversores de la Bolsa de Tokio tampoco recibieron el anuncio del tercer plan con mucho júbilo. El índice Nikkei retrocedió 353 puntos, para cerrar con una pérdida del 2,45%.

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Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

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