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Los sindicatos y la izquierda política exigen al Gobierno valenciano un presupuesto más social

Cristina Vázquez

Los sindicatos UGT y CC OO y la izquierda política -PSPV, EU y NE- reclamaron anoche en Valencia al Consell unos presupuestos más sociales para 1999. Los dirigentes sindicales pidieron que la bonanza económica a la que alude el Gobierno valenciano se traduzca en más empleo, menos accidentes laborales y en la reducción de la jornada laboral a 35 horas. Las descalificaciones del presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, hacia la iniciativa sindical agriaron la protesta. Valencia inició con esta manifestación el calendario de movilizaciones sindicales previsto en todo el Estado.

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El secretario general de CC OO-PV, Joan Sifre, reclamó al Gobierno de Zaplana una política más social. "Es necesario más empleo, reducir la tasa de siniestralidad laboral, donde la Comunidad ocupa ya el segundo puesto de España; y acortar la jornada laboral", defendió. "Pedimos unos presupuestos progresistas, que contemplen el crecimiento real de la economía y, por tanto, eleven el gasto social de la Generalitat". Las declaraciones realizadas ayer por la mañana por el presidente de la Generalitat contra la protesta tuvieron una amplia respuesta. "Difícilmente el presidente puede aventurar algo más que una opinión política sobre esta manifestación. Le pido respeto para los sindicatos y la ciudadanía", dijo Sifre. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, que se desplazó a Valencia para respaldar la protesta, se refirió también a las declaraciones de Zaplana. "Nuestras reivindicacion son justas y nobles. Exigimos más empleo y un sistema fiscal más justo. En España hay miles de trabajadores parados sin protección, y este Gobierno les da la espalda. Esto hay que denunciarlo, por eso hemos convocado esta manifestación", subrayó Méndez. Éste dijo que las descalificaciones de Zaplana eran "desazonantes y superficiales". "Es un intento de debilitar el sentido profundamente sindical y social, por cierto baldío, de estas movilizaciones. Aquí el que hace política es el señor Zaplana. Por favor, que no utilicen argumentos tan vanos, superficiales y desprovistos de sentido. Que respeten el ejercicio democrático del derecho de movilización que nos asiste a todos los ciudadanos. Aquí hay muchos ciudadanos, militantes y no militantes incluso habrá muchos votantes del Partido Popular", concluyó. Su homólogo en el País Valenciano, Rafael Recuenco, fue más agrio: "No estoy manipulado en absoluto. Es más, agradezco a los partidos de la izquierda que se hayan implicado en la jornada laboral de las 35 horas. Lo que me preocupa es que el servicio de espionaje de la Guardia Civil ya les haya informado de los que estamos aquí", declaró el dirigente ugetista. Recuenco recordó con ironía cuando el PP, todavía en la oposición, apoyaba cualquier protesta sindical contra el Gobierno socialista. "Recuerdo que entonces nos preguntaban qué necesitábamos, y ahora, lamentablemente, sólo porque hemos convocado una simple manifestación, fíjense lo que han desplegado. Si convocásemos una huelga, igual nos declaraba ilegales". La izquierda política tuvo un papel protagonista en la manifestación de ayer. Detrás de la cabecera principal de la manifestación estaban los máximos dirigentes de los tres partidos adheridos al acto. Joan Lerma, secretario de Empleo del PSOE, insistió en que la protesta de ayer "no tiene nada de política". "Esta comunidad está seis o siete puntos por encima de la media española en precariedad laboral y, a pesar de estas cifras, la prioridad de este gobierno no es el empleo". Joan Romero, secretario de los socialistas valencianos, abundó en el problema: "Hay demasiadas razones para que la izquierda democrática secunde esta convocatoria. Son tres largos años de incumplimientos, años de bonanza que no se han aprovechado. Tres años largos de autoritarismo". Ricardo Peralta, dirigente de Nova Esquerra, insistió en que "todas las encuestas indican que el paro es el problema social más sentido". "Y el señor Zaplana no trabaja en ese sentido. Incluso llega al límite antidemocrático de negar la condición de ciudadanos a los afiliados a los partidos políticos", añadió. La manifestación, a la que, según los organizadores, asistieron 20.000 personas, y, según la policía, de 3.000 a 4.000, transcurrió sin incidentes. Unas 16 organizaciones se habían adherido a la movilización que discurrió bajo el lema Contra los recortes sociales y el empleo precario y en defensa de la jornada laboral de 35 horas. CGT se movilizó a la misma hora y en el mismo lugar, "pese a no haber sido invitada, una vez más, por las organizaciones convocantes". La manifestación arrancó de la plaza de San Agustín de Valencia y concluyó en la plaza de América. Además de los partidos políticos, se sumaron la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia el Bloc d"Estudiants Agermanats, el STEPV y la Federación de Mujeres Progresistas de la Comunidad.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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