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Entrevista:

CARLOS HERNÁNDEZ PEZZI ARQUITECTO "Las mujeres hacen una arquitectura más humana y usable"

Presentó anoche en Málaga un nuevo libro, La ciudad compartida un doble volumen editado por el Consejo Superior de Arquitectos y escrito a medias con la socióloga María Ángeles Durán, que nace con la intención de ser polémico. En él se denuncia la visión masculina de la arquitectura. Carlos Hernández Pezzi, ex decano del Colegio de Arquitectos de Andalucía Oriental, es experto en desarrollo sostenible. Pregunta. ¿Dice usted que el Guggenheim es machista? Respuesta. Eso es una exageración de titulares. Sí es cierto que las grandes ciudades y su arquitectura son un producto del poder masculino. Eso no quita que el Guggenheim sea un edificio estimable estéticamente. Pero no por tener curvas es femenino mientras un rascacielos es masculino. Ambos responden a un planteamiento masculino: poder, espectáculo y despilfarro. Habría que preguntarse si no es un escándalo que con la desigualdad que existe se gasten miles de millones en una fachada de titanio, que además es una pasada de colonización cultural. P. ¿Se nota la incorporación de las mujeres a la arquitectura? R. Lo cierto es que ya en las escuelas representan casi la mitad. Cada vez que las arquitectas hacen algo ofrecen soluciones originales y diferentes. Las mujeres hacen en general una arquitectura más humana y usable, espacios públicos más humanos, pensando menos en la funcionalidad y más en lo sensorial. P. Esta reivindicación de la feminización tampoco es nueva. R. No, ya viene de los años 60, unida a conceptos de desarrollo sostenible y reciclaje que ahora se están recuperando. ¿Pero sabe alguien el nombre de una arquitecta? Ése es el peor síntoma. Sonará raro, pero ese impulso ético de buscar una ciudad más igualitaria no se puede perder por más que la ideología se haya disuelto. Al poder hay que sacudirlo de vez en cuando para que reaccione. Espero que este libro se quede pronto obsoleto y superado. P. En Málaga manda una mujer, ¿se nota? R. Celia Villalobos hace una política casi tan desarrollista como en los 70. Que siga con las torres y haciendo túneles está tan desfasado que no sé cómo tiene cara para defenderlo. Por salvar algo, tiene cierto gusto por el detalle: quitó la valla de los jardines de Picasso. P. ¿Por qué las casas son iguales? R. Es un problema de normativas, que aquí son asfixiantes. Ojalá se dieran tantas soluciones al habitar como se hace con los coches. Habría que hacer casas adaptables a cada tipo de familia y modelo de convivencia. El problema ahí no es tanto de arquitectos como de usuarios, leyes y promotores. P. Lo cierto es que ahora las cocinas se hacen más cómodas. R. Sí, ya casi se vive en ellas. Pero eso es porque los hombres las han empezado a utilizar. No te engañes.

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