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La UE aprueba un reglamento para garantizar el libre tránsito

La Unión Europea ha aprobado un reglamento por el que se establece un mecanismo para garantizar el libre tránsito de mercancias por los territorios de los países miembros. Esta normativa pretende evitar los problemas que se han generado en los últimos años con los diversos conflictos que en Francia han provocado problemas en la libre circulación de mercancías, y más en concreto vigilar la actitud de los gobiernos ante estas situaciones. El reglamento obliga a los países miembros a garantizar la libre circulación, sin menoscabo de los derechos fundamentales -huelgas o manifestaciones por ejemplo- de los países miembros. El texto señala que en caso de que se produzca una situación de bloqueo de los transportes en algún país miembro, el Consejo Europeo se dirigirá al Estado en cuestión para que resuelva el problema. En caso de que persista el problema y el Gobierno no lo resuelva, la Unión Europea recurrirá a los tribunales de justicia. No se incluyen, a pesar de la petición realizadas por los parlamentarios españoles, sanciones para los países que no actúen convenientemente para evitar los bloqueos. El diputado europeo del Partido Popular, José Manuel García-Margallo, manifestó ayer que "esta norma jurídica tiene luces y sombras y es más débil de la propuesta original, aunque constituye un primer paso en la buena dirección". García-Margallo destacó el hecho de que se trate de un reglamento y no de una directiva, ya que en el primer caso se aplica inmediatamente, mientras que en el segundo precisa de una incorporación al ordenamiento jurídico interno que retrasa su puesta en marcha. Gendarmes impasibles Los problemas de los transportistas españoles a su paso por territorio francés son múltiples. En los últimos años se han reproducido diversos conflictos en el país vecino -huelgas de camioneros o de agricultores- que han provocado bloqueos de las comunicaciones con los consiguientes problemas para las exportaciones. El sector agrario valenciano se ha visto especialmente afectado por las actuaciones de los piquetes franceses, y en muchos casos se ha denunciado la falta de voluntad de las autoridades de Francia para garantizar la libre circulación, recogida en el Tratado de la Unión Europea. García Margallo facilitó ayer una relación de actos ocurridos entre abril y mayo de 1997 en los que los transportistas españoles se vieron perjudicados -ya sea por ataques de los manifestantes franceses o simplemente por la imposibilidad de continuar la ruta prevista- sin que la gendarmería francesa actuara pese a estar presente. Los transportistas españoles han acudido en diversas ocasiones a los tribunales, aunque el largo proceso judicial ha desanimado a la mayoría a presentar denuncias por estos hechos. La normativa intentará que los estados miembros no estén impasibles ante estos actos.

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