THEODOR MERON PROFESOR DE DERECHO INTERNACIONAL "El tribunal penal internacional no podría juzgar a Pinochet"

Theodor Meron, profesor de Derecho Internacional en la la Universidad de Nueva York, disertó esta semana en Deusto sobre los desafíos futuros de los derechos humanos. Fue miembro de la delegación estadounidense que participó hace unos meses en la conferencia de la que salió el tribunal penal internacional. Augura que en la práctica este tribunal se topará con grandes dificultades. Pregunta. ¿Cómo cree que acabará la maraña judicial que envuelve al ex dictador chileno Augusto Pinochet? Respuesta. No lo sé. Es muy difícil predecir qué harán la Cámara de los lores y el Gobierno español. [La entrevista se hizo la víspera de que España pidiera a Londres la extradición]. Pero incluso si el tribunal ya estuviera en marcha no podría sentar en el banquillo a Pinochet porque no puede juzgar hechos pasados. No obstante, ahora las desapariciones sí son un crimen contra la humanidad. P. ¿Comparte la opinión del tribunal británico que le ha reconocido inmunidad como ex jefe de Estado? R. No, han interpretado la ley internacional en contra del criterio generalmente admitido. Desde Nüremberg, la mayoría de los juristas considera que los jefes de Estado no tienen inmunidad en atrocidades como las ahora en discusión o en crímenes contra la humanidad. Es un precedente negativo para las persecuciones de violaciones futuras. Los soldados dirán "cumplí órdenes" y los máximos líderes, "soy inmune". Si se le concede la inmunidad definitivamente estaremos aún peor que antes de que el caso Pinochet saltara al ámbito internacional. P. Su país, EEUU, se erige en defensor mundial de los derechos humanos mientras aplica la pena de muerte. R. Personalmente no me gusta la pena de muerte, pero no está prohibida según los tratados internacionales sobre derechos humanos. P. Israel es uno de los países donde estudió. Allí la ley ampara la "presión física moderada" para arrancar una confesión. ¿Qué le parece? R. Creo fue una decisión errónea. La legislación internacional incluye la prohibición total de la tortura o el tratamiento inhumano. Es cierto que Israel tiene problemas muy graves de seguridad. Sus responsables de seguridad dicen que tiene que usar esos métodos porque el interrogado podría saber que va a explotar una bomba, pero yo creo que es Dios, no un oficial de seguridad, quien sabe qué hay en el corazón de un hombre. Nadie, inocente o no, se recupera jamás de la tortura. P. Tampoco estará de acuerdo se castigue a la familia de un terrorista de Hamás derribándole la casa. R. Estoy en contra de todos los castigos colectivos. Y creo que no está bien incluso si un miembro de la familia es un terrorista; tu mujer, tus hijos o tus padres no deben ser castigados. P. ¿A qué retos se enfrenta la defensa de los derechos humanos? R. Teóricamente, respetar los derechos humanos es obligación de los gobiernos, pero muchas violaciones son cometidas por guerrillas privadas, rebeldes, etcétera. Hay que estudiar cómo atrapar a los culpables en Estados cuyas estructuras se están desintegrando. ¿Quién es responsable en las violaciones de derechos humanos en Liberia, Somalia o Chechenia? Luego, están los países como Colombia donde la violencia es endémica. P. ¿Qué falta para que el tribunal penal internacional comience a juzgar? R. Que 60 países ratifiquen el acuerdo. Ninguno lo ha hecho. Habrá que esperar unos años. Será muy bueno tener un tribunal permanente. Hasta ahora han sido para casos puntuales como Nüremberg, Ruanda o Bosnia. Servirá para juzgar las atrocidades del futuro. Pero hay varios problemas. Por ejemplo, como es improbable que países malos, como Irak, firmen el tratado se están buscando fórmulas para juzgar crímenes en países no firmantes. Una de ellas es vía mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, pero si uno de sus cinco miembros permanentes lo veta no existe posibilidad de hacer nada. En muchos casos el tribunal será teóricamente irrelevante, porque la característica de los conflictos de hoy es que son domésticos. Sudán, Uganda, Camboya..., no aceptarán la jurisdicción del tribunal. Es un problema tremendo. P. ¿Hay algo positivo? R. Sí. En términos morales, es muy significativo que exista un tribunal internacional permanente.