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Firmeza de las haciendas y fórmulas de blanqueo gradual

Si las diputaciones se mantienen firmes en no conceder una amnistía fiscal, a los dueños de dinero negro les quedan pocas opciones. Pueden ir transformándolo en pesetas poco a poco para que no llame la atención antes de la entrada del euro. Aunque si se trata de cantidades importantes es posible que les falte tiempo. También pueden recurrir a la divisa extranjera, pero las posibilidades son escasas: dólares o yenes, con el peligro que entraña apostar por la moneda japonesa en uno de los momentos más críticos de su economía. Además, también puede blanquearse dinero a través de compras de bienes inmuebles o joyas. El objetivos es no encontrarse con pesetas que no han sido transformadas en euros y no servirán para nada debajo del colchón. La catedrática de Teoría Económica de la Facultad de Ciencias Empresariales de la UPV y ex consejera de Economía del Gobierno vasco, Mari Carmen Gallastegui, considera que el dinero negro está ya en su mayor parte bien colocado. "No va a tener que aflorar en su totalidad con el euro porque ya está invertido, por ejemplo, en deuda del Gobierno norteamericano o en dólares. Todo el dinero que no está en circulación legalmente, estará a estas alturas en algún paraíso fiscal", señala. Fernando Ranedo aboga por una policía tributaria, similar a la que ya existe en el Estado. "Los inspectores no tenemos capacidad de investigar como lo puede hacer la policía sobre todo en casos como el blanqueo de capitales o la defraudación en las importaciones", dice.

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