Bilbao recibe hoy el concierto "Homenaje español a José Alfredo Jiménez"
Hoy recala en Bilbao el Homenaje español a José Alfredo Jiménez. Con tal motivo, Chavela Vargas, que retorna a los escenarios con motivo de esta serie de conciertos, Lucrecia, Rancapino, Joaquín Sabina y Víctor Manuel interpretarán en el pabellón de La Casilla (22.00) 21 piezas del célebre cantante mexicano, de cuyo fallecimiento se cumplirán 25 años el próximo día 23. Jiménez, futbolista fracasado y compositor en los altares por el reconocimiento recibido, entre otros foros, en miles de cantinas y plazuelas, firmó más de 400 canciones, entre las que se encuentran clásicos como Que te vaya bonito, En el último trago, Amanecí en tus brazos o la imperecedera El rey. Sus rancheras, aún tildadas de machistas por muchos, permanecen en la memoria colectiva. De todos los participantes en su homenaje, quizá el menos conocido sea Rancapino. Nacido en Chiclana de la Frontera hace 53 años, se trata de un cantaor flamenco que asegura no desentonar en el homenaje al rey de la canción mexicana. "Las rancheras tienen una musicalidad que te transmite. Tienen su sensibilidad y su duende. ¿A quién no le gusta una ranchera mexicana? A todo el mundo del flamenco le encantan. Prueba evidente es que Chano Lobato canta las rancheras por bulerías, lo cantaba la Lola, que en paz descanse, lo canta María Jiménez", dice. Pese a la escasa relación de Jiménez con el flamenco, Rancapino no oculta su admiración hacia él "por ser un poeta tan grande y tener tantísima sensibilidad en las letras y en cómo cantaba". Asimismo, tampoco escatima elogios cuando se refiere a los cantantes con los que comparte tablas durante el tributo. "Son las voces más importantes que hay en España. ¿Dónde vas a buscar una selección mejor que esa? Es una cosa súper, súper, súper. Chavela Vargas para mí es como su fuera mi abuela cantando por soleá o por bulerías; Sabina es un monstruo, tiene la voz flamenca, el eco flamenco, y además improvisa cantando; Victor Manuel es un caramelo; y Lucrecia es una caja de música". Desde que comenzó a cantar de puerta en puerta junto a su primo Camarón de la Isla -"La mejor escuela del cante es la calle.El que no pase fatigas no puede tener arte. No hay estudios que valgan. El cante tiene que ser con faltas de ortografía"-, el cantaor gaditano ha grabado dos elepés en España y uno en Japón. Defensor a ultranza de la tradición, Rancapino no siente admiración por quienes practican el mestizaje y funden el flamenco con estilos más modernos. "Estos nuevos valores flamencos hacen música aflamencada, pero no tiene nada que ver con una bulería corta de Jerez, ni con una soleá de Juan Talega o una siguiriya de Caracol".
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