El paro desciende en Alemania al nivel más bajo desde hace dos años
El paro en Alemania descendió en octubre al nivel más bajo desde hace dos años, con un total de 3.892.000 personas, lo que supone 73.700 menos que en septiembre y 398.600 menos que hace un año, según informó la Oficina Federal de Empleo ayer en Núremberg. La tasa de paro en Alemania pasó así al 10,1% en octubre, después de haber quedado en el 10,3% el mes anterior. En Estados Unidos la tasa de paro permaneció estable en el 4,6% , aunque el empleo aumentó en 116.000 personas, según el Departamento de Trabajo.
La tasa en el oeste de Alemania se situó en el 8,7% mientras que en el este se situó en el 15,7%. Los expertos esperan un empeoramiento del paro para los meses invernales. El ministro de Trabajo, Walter Riester, manifestó en Núremberg, que la política laboral no debe olvidarse del problema del paro juvenil.La distribución del paro es muy diferente de un sector a otro. En la construcción hay 130.000 empleados menos que hace un año y en el comercio también ha disminuido el número de empleados, mientras la industria revela un nivel de ocupación estable y en el sector de los servicios se han creado casi 190.000 puestos más que hace un año.
Las propuestas lanzadas por el ministro de Hacienda, Oskar Lafontaine, quien sugirió reformar el modelo de financiación del paro, han calado en los círculos empresariales alemanes, que se han enzarzado ya en una polémica. En una idea formulada durante el último congreso del SPD, Lafontaine había propuesto que las prestaciones de paro sean pagadas por la vía de los impuestos, y no mediante contribuciones de los trabajadores.
Esta propuesta, que tendría importantes consecuencias, puede indicar que Lafontaine está dispuesto a unas reformas radicales, que encajan con dificultad con su apariencia de guardián de las prestaciones sociales del sistema de bienestar alemán, y también a ir más lejos de lo que fue el Gobierno de coalición democristiano y liberal de Helmut Kohl.
Esto puede explicar la alarma que ha cundido entre los desempleados, que han acometido con energía renovada la costumbre de manifestarse una vez al mes.
Mientras la agitación contra Lafontaine se extiende ahora en el frente de los desempleados, en el frente de los banqueros y las finanzas el ministro de Hacienda parece haber conseguido una tregua tras su visita ayer al Bundesbank, donde participó en una sesión regular de la junta directiva de la entidad emisora alemana.
Las cifras del paro en Estados Unidos, adelantadas ayer por el Departamento de Trabajo, suponen una decepción para los economistas que esperaban un crecimiento mayor del empleo. Además, los puestos de trabajo en el sector de manufacturas volvieron a sufrir un nuevo descenso por séptimo mes consecutivo por la crisis de los países asiáticos.
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