La pintora Dorothea von Elbe se acerca a la abstracción en su visión de las formas naturales

A Dorothea von Elbe siempre le han cautivado las formas naturales. La sutileza de árboles y plantas son, para esta alemana-norteamericana afincada en Córdoba, más expresivas que cualquier rostro humano. La artista, que durante tres décadas ha trabajado casi exclusivamente con acuarelas, presenta en la galería Rafael Ortiz de Sevilla su primera exposición en la que todo son óleos. "En las ramas de los árboles hay elementos casi abstractos que yo reflejo en el lienzo. El paisaje y las plantas son mi pasión", comenta la artista quetambién se ha dedicado a ilustrar libros.

Dorothea von Elbe (Dettmansdorf-Alemania, 1941) está convencida de que las ramas de acanto o de jara que se cruzan en su camino la siguen y no la dejan tranquila hasta que ella las plasma en sus lienzos. Así, con sentido del humor, describe la artista su relación con los elementos que desde finales de la década de los sesenta le sirven de modelo. Casi todas las ramas y flores que la pintora plasma en la muestra, titulada Oil on linen, están secas. Estado que le permite encontrar formas abstractas, aunque su intención sea figurativa. La muestra, que se inauguró el pasado miércoles en la galería Rafael Ortiz de Sevilla y estará abierta hasta el 12 de diciembre, es la cuarta individual que la artista realiza en la capital andaluza. Oil on linen reúne 11 óleos, fechados todos este año y en los que predomina una austeridad y economía de medios características del trabajo de von Elbe. Aunque nació en Alemania, la pintora está nacionalizada norteamericana, país al que llegó con sus padres cuando sólo tenía cuatro años. "Alemania para mí es el extranjero, no tengo recuerdos del país", comenta la artista que se formó en la Universidad de Wisconsin (Madison) y desde 1982 reside en Córdoba. "Vivo en Córdoba desde que me casé con José María Baez, que también es pintor. Él es cordobés y decidimos instalarnos allí", dice la artista cuyas obras forman parte de importantes colecciones como la de la Biblioteca Nacional de Madrid, la Colección Testimoni de La Caixa y la de la Compañía Sevillana de Electricidad. "Ya había trabajado con el óleo al principio de mi carrera, pero lo abandoné porque me encontraba mas cómoda con la acuarela. Me encanta el dibujo y la acuarela es la forma más rápida, más espontánea. Sin embargo, he decidido volver al óleo porque estaba buscando una identidad distinta", comenta la pintora que no exponía en Sevilla desde 1995. Su trabajo ha podido verse también este año en la galería Trazos Tres de Santander. La pintora plasma en sus lienzos únicamente formas de la naturaleza, plantas y paisajes, rehuyendo de la figura humana. "La naturaleza ha sido siempre mi primera inspiración, ante sus formas siento una inspiración que no me produce la figura humana", comenta la pintora que siempre utiliza una gama cromática suave en tonos cercanos al ocre, el verde y el gris. Von Elbe, que fue testigo de la euforia que vivió el mercado del arte contemporáneo en España a mediados de los ochenta, asegura que la situación ha mejorado mucho y los artistas han aprendido a "mantener la calma". "Hay que seguir haciéndolo bien y tener profesionalidad", añade.