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Todo en orden

La tranquilidad fue ayer la norma en los mercados de valores de todo el mundo, un comportamiento que resultaba algo chocante ante la ausencia de noticias concretas. La conclusión, para algunos habituales del parqué madrileño, era que 'ésta es la primera vez en varias semanas que no hay noticias negativas", y había que celebrarlo.

Para el mercado español había que aumentar la capacidad de análisis y anotar en cuenta el descenso de los tipos de interés, que el día anterior quedó sin un reflejo puntual. Para esos mismos observadores, es más la velocidad con que se produce la convergencia que el hecho en sí, que ya está descontado por la Bolsa.

Otro de los datos positivos de esta sesión estuvo también en la aparente ausencia de novedades en el panorama político de Estados Unidos. Los sondeos indicaban el mantenimiento de fuerzas de los últimos ejercicios, que tan bien les ha ido a los inversores, y eso había que celebrarlo. Los primeros fueron los propios inversores estadounidenses, que hicieron subir el índice Dow Jones desde el principio de la sesión. Al cierre, la tendencia se había atenuado algo y el avance fue de

76, 99 puntos (0, 88%), hasta 8.783, 14.

La subida del 4, 12% de la Bolsa de Tokio también fue un dato a tener en cuenta por los mercados, que ven cómo la lenta maquinaria burocrática japonesa por fin funciona y empiezan a verse los efectos de las numerosas ayudas públicas sobre los maltrechos balances de la banca.

El buen momento de la renta variable coincidió con una salida del dinero de los mercados de deuda, en los que empiezan a abandonarse algunas posiciones que tan sólo buscaban proteger el dinero de las turbulencias de las bolsas.

El contraste con el buen momento del mercado de acciones lo puso otra vez el Tesoro público, que ajustó al alza también las rentabilidades de los activos a cinco y

1 5 años, confirmando que el nivel a que se llegará tras la convergencia en tipos de interés puede ser el más bajo en algún tiempo.

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