Un estudio constata que la catedral de Barcelona aguantaría un terremoto

La catedral de Barcelona aguantaría un sismo de intensidad 7 en la escala de Mercalli sin sufrir graves daños. Si el terremoto fuera superior, en todo caso el problema para la ciudad no sería ya el estado de la catedral. Pere Roca, profesor del departamento de Ingeniería de la Construcción de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), escogió este edificio de Barcelona para experimentar un nuevo sistema de análisis estructural basado en métodos numéricos. Es decir, mediante unas simulaciones con ordenador se ha estudiado no sólo el estado de la estructura de la catedral, sino también la solidez y resistencia de los materiales con la que está construida. Roca afirma que la estructura de la catedral de Barcelona es muy sólida, pero este mismo sistema se aplicará posteriormente a la catedral de Tarazona, en Zaragoza, que sí que tiene problemas importantes por lo que este método de estudio podrá ser muy útil para evaluar a priori el impacto de las necesarias intervenciones en el edificio. El estudio de Pere Roca se presenta en el marco del II Seminario Internacional sobre Análisis Estructural de Construcciones Históricas que se celebra desde ayer y hasta mañana en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Barcelona. En estas jornadas participan especialistas de todo el mundo que presentarán sus trabajos relacionados con edificios tan característicos como, por ejemplo, la basílica de Asís, la cúpula de Brunelleschi en Florencia, las catedrales de Palma de Mallorca y Vitoria y la torre de Comares de la Alhambra de Granada. "El congreso pretende constatar en primer lugar que la intervención o el conocimiento de un edificio histórico plantea problemas no sólo de tipo de construcción o de materiales, sino también de concepto ya que la manera de construir de siglo XX, con el hormigón armado y el acero, ha supuesto un cambio radical en relación con las épocas anteriores", afirma José Luis González, profesor de Construcciones Arquitectónicas en la UPC y autor también de un estudio sobre el Palau Güell de Gaudí que aporta nuevos datos sobre la complicada estructura de este edificio barcelonés. "En los últimos 10 años se ha avanzado mucho técnicamente en el estudio de los edificios históricos y es previsible que en el futuro estos métodos avanzados, que de momento son muy caros, puedan aplicarse también a la conservación de construcciones más humildes". Tanto Roca como González, miembros del equipo organizador del congreso, coincidieron en destacar el error que supone el introducir materiales y sistemas de construcción contemporáneos en estos monumentos históricos. Errores "Realizar una intervención de hormigón armado en un edificio viejo le perjudica más que le beneficia", afirma González. "La piedra aguanta milenios, pero el hormigón sabemos que, de momento, no aguantará ni un siglo". Como ejemplo negativo destaca el caso del acueducto de Segovia, una construcción de época romana que en los setenta sufrió una intervención de refuerzo de estructura con materiales modernos que al parecer le acortarán notablemente la vida.