Boliden presenta cuatro informes para avalar la reapertura de la mina

Los propietarios de la mina de Aznalcóllar llegarán a tiempo a la primera estación del itinerario burocrático que les separa de su meta: reanudar en diciembre la actividad minera, suspendida desde que su balsa de residuos reventó, hace más de seis meses. Los directivos de Boliden presentarán hoy cuatro informes a la Consejería de Medio Ambiente, a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y al Instituto Tecnológico Geominero para avalar esta petición. Aún cuando se admitan los argumentos de la empresa, los plazos administrativos habituales retrasarían la autorización hasta 1999.

Los técnicos de Golder y Aurensa, consultoras contratadas por Boliden para realizar los informes requeridos por las administraciones, ultimaban ayer mismo los cuatro documentos que hoy presentarán los dueños de la mina de Aznalcóllar para fundamentar su intención de reabrirla en la segunda quincena de diciembre. Los directivos de la empresa se habían comprometido a transmitir los resultados de dos sondeos realizados por Golder en la corta (mina a cielo abierto) abandonada de Aznalcóllar, que ha servido de depósito para los lodos tóxicos recogidos del cauce del Guadiamar. La pretensión de Boliden es usar esta corta como nueva balsa de residuos en sustitución de la que reventó el 25 de abril, provocando el vertido tóxico en el río. Los sondeos tienen por objeto comprobar la impermeabilidad de la corta abandonada. El Instituto Tecnológico Geo-minero ya realizó una primera evaluación de la impermeabilidad de la corta abandonada, apenas 20 días después del desastre ecológico. En su informe, el Instituto avaló el uso de la corta como depósito "provisional" de los lodos tóxicos pero también exigía la necesidad de sondeos y estudios hidrogeológicos detallados para confirmar este dictamen. La perspectiva de un retraso en la reapertura de la mina llevaría, según apuntó Miguel Rulfo, representante de UGT en la sección sindical de la mina, a una caída en la cartera de pedidos de Boliden "debido a la fuerte competencia". Los trabajadores de la mina mostraron ayer su preocupación ante las informaciones que apuntaban, desde Boliden, que sólo estaba acabado uno de los cuatro trabajos. La misma empresa rectificó a lo largo del día y confirmó que hoy presentarán también las actuaciones previstas para sellar la balsa accidentada y adquirir terrenos en los que instalar nuevas escombreras. Impacto ambiental El cuarto informe hace referencia a la evaluación del impacto ambiental que acarreará la reapertura de la mina. Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, que debe dar el visto bueno a esta evaluación, indicaron que el periodo de alegaciones y decisión llevará al menos dos meses, con lo que la autorización, en todo caso, no podrá llegar antes de enero de 1999. Por su parte, el sindicato UGT exigió ayer la elaboración de un plan de choque que permita "salvar" la minería andaluza. Manuel Pastrana, secretario general del sindicato tildó de "obsoleto" el pacto por la minería suscrito hace tres años por Junta, sindicatos y patronal. Pastrana cree imprescindible buscar una salida para la actividad minera y alternativas en aquellas comarcas donde resulte imposible la continuidad de la actividad.