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El Gobierno recibe un proyecto de tres folios para Rascafría de una empresa inexistente

Alro European Investment, la empresa que representa a un supuesto jeque árabe que prometió invertir en Rascafría más de 3.000 millones en un complejo de ocio, no existe todavía. Su sede social, que consta en el informe que ayer entregaron a la Comunidad, es una discoteca de Alcobendas. Se oscurece así el futuro esplendoroso que Imran Qureshi, representante del jeque, anunció para Rascafría. El consejero de Medio Ambiente, Carlos Mayor Oreja, recibió ayer con escepticismo el plan del jeque: un informe de tres folios lleno de faltas de ortografía.

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Hace unas semanas, el alcalde de Rascafría, Juan Antonio Velasco, independiente, anunció que el representante de un jeque árabe afincado en Marbella se había comprometido a invertir más de 3.000 millones en el municipio. El enviado del jeque aseguró que construiría un gran campo de golf, canchas de tenis, club social e instalaciones hípicas. Se crearían así entre 100 y 150 puestos de trabajo. Velasco definió entonces el futuro de su pueblo "como un cuento de hadas".La empresa supuestamente promotora del gran proyecto, Alro European Investment, sólo puso una condición para llevar a cabo su aventura inmobiliaria: que la Comunidad no pusiese pegas y que agilizase los trámites necesarios, porque Rascafría se ubica dentro del Parque Natural de Peñalara, donde construir está prohibido.

Por ello, Velasco y Qureshi se presentaron ayer en la Consejería de Medio Ambiente para presentar el plan para reactivar Rascafría. Carlos Mayor Oreja les atendió y acogió la idea con frialidad. Sobre todo al descubrir que sólo le habían entregado tres páginas mecanografiadas y llenas de faltas de ortografía, fotocopias de fotografías de algunos campos de golf sin identificar y un plano del tamaño de un folio.

Cuatro millones

El alcalde, tras comprobar la reacción de Mayor Oreja, estalló: "El consejero se ha enfadado y nos ha decepcionado. Ha sido hasta grosero en algunos momentos al valorar el informe que hemos presentado como poco riguroso. No hemos hecho el anteproyecto que reclamaba porque cuesta cuatro millones. No vamos a pagarlo si no sabemos si contamos o no con el apoyo de la Comunidad". Velasco mantiene que Alro European Investment representa a un "importante grupo anglo-árabe que ha ejecutado diversas promociones en Marbella". Sin embargo, rehúsa dar el nombre del jeque al que representa Qureshi: "Quiere permanecer alejado de todo esto", dice. Sólo señala que reside en Marbella.Los promotores inmobiliarios de Marbella consultados por este periódico no conocen a esta empresa ni a su representante. El nombre de Qureshi no les dice nada.

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Mohamed Ashmawi, propietario de una compañía petrolera, es el único jeque conocido en la ciudad andaluza. Ashmawi pasa buena parte del año en Marbella, donde posee un concesionario de coches de lujo y una flota de aviones privados. No se le conoce ningún negocio inmobiliario para Rascafría.

EL PAÍS habló ayer telefónicamente con la única dirección existente de Alro European Investment. Resultó ser una discoteca de Alcobendas llamada La Jungla. Según sus trabajadores, Qureshi es quien regenta el negocio. Los empleados no pudieron ofrecer más datos. Por su parte, Qureshi no respondió ayer a las numerosas llamadas realizadas por este periódico a su teléfono móvil.

El consejero de Medio Ambiente se negó a opinar sobre el proyecto. Sí lo hizo Santiago Martín Barajas, portavoz de Ecologistas en Acción. "La operación anunciada es mentira. Velasco se ha inventado todo esto para buscar una excusa con la que enfrentar a los vecinos con las autoridades medioambientales. Ahora podrá decir que todo ha fracasado por culpa de los ecologistas", dice.

Velasco lo niega y afirma que la inversión es cierta: "Si la vida que quiere [la Comunidad] para los vecinos de Rascafría es que hagamos de paletos, yo me brindo el primero para ponerme la boina, los bombachos y la faja, que nos den 4.000 millones y estaremos allí para que vengan a vernos como si fuéramos un zoo humano".

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