La UPV y su Consejo Social buscan cómo aprovechar las potencialidades universitarias

El equipo rectoral de la Universidad del País Vasco (UPV) y el Consejo Social ultiman el diseño y la puesta en marcha de una fundación con el objetivo de explotar todas las potencialidades materiales, tecnológicas e intelectuales de la institución académica y ponerlas al servicio de la sociedad vasca. El proyecto, que cuenta con el visto bueno del Gobierno vasco y de Confebask, sólo está pendiente de la aprobación por parte del Vicerrectorado de Relaciones con la Empresa. El proyecto de crear una fundación que reúna en su seno a representantes empresariales, universitarios y gubernamentales forma parte de los objetivos prioritarios del Consejo Social desde que Pedro Larrea ocupa la presidencia. Los primeros trabajos serios de la Comisión de Relaciones con la Sociedad del Consejo comenzaron hace dos años y consistieron en la realización de un estudio de la estructura y resultados de las fundaciones que operan actualmente en España y otros países europeos. Una vez realizado este trabajo de análisis, el Consejo Social llegó a la conclusión de que aquellas fundaciones que disponen de una mayor independencia respecto a la universidad funcionan mejor, ya que evitan todas las dificultades organizativas y burocráticas inherentes a toda institución universitaria. Por este motivo, este órgano ha elaborado un proyecto de fundación de corte empresarial que dota a la entidad de una gran autonomía respecto a la UPV. El proyecto original contempla que la fundación esté gobernada por un patronato en el que estén representados el Gobierno, la UPV y aquellas empresas que se comprometan en la iniciativa (en principio su número oscilará entre 20 y 25).