La concejal de Vallecas pide que la policía frene el crecimiento de Las Barranquillas

La concejal del distrito de Villa de Vallecas, Carmen Torralba, del PP, ha pedido ayuda a la Delegación del Gobierno y a la Policía Municipal para que eviten que crezca el asentamiento de Las Barranquillas, que en los últimos meses se ha convertido en un nuevo híper de la droga. En declaraciones a la agencia Efe, Torralba expresó su preocupación de que los narcotraficantes del cercano poblado de La Rosilla "sigan trasladándose a Las Barranquillas debido a la presión que reciben de la policía". Ante esta posibilidad, la concejal prometió que tratará de que "no crezca más este asentamiento, que además está situado en terrenos particulares".Según Torralba, "la policía sabe que la situación en Las Barranquillas se está agravando", y así se lo hizo saber en el último consejo de seguridad, celebrado al semana pasada en el distrito de Villa de Vallecas, donde pidió la colaboración de los agentes para evitar "que siga llegando allí gente de otros sitios".

En los últimos tres meses, a raíz del derribo del poblado de Torregrosa y de la presión de la policíal en La Rosilla y La Celsa, numerosos narcotraficantes y drogadictos han buscado refugio en Las Barranquillas, un núcleo chabolista situado detrás de Mercamadrid, no muy lejos de la carretera de Villaverde a Vallecas.

La llegada de estos nuevos pobladores ha sido recibida con recelo por los antiguos habitantes del asentamiento, una treintena de familias dedicadas a las chapuzas y a la recogida de chatarra. Estos vecinos temen que la irrupción de la droga en su pequeño poblado les haga la vida imposible. De hecho, algunos ya se han apuntado a las listas del Ivima para ver si les conceden un piso en alquiler. Otros han huido ya del enclave y han construido sus chabolas en otros solares.

Respecto al centro socioasistencial que la Comunidad abrirá en breve en La Rosilla para atender a los toxicómanos que lo deseen, la concejal explicó: "Hemos pedido a la Delegación del Gobierno que este lugar esté protegido de los traficantes, para que los profesionales que lo atiendan puedan desarrollar su trabajo. Allí se dará información y tratamiento psicológico para que el que quiera desengancharse pueda integrarse en programas contra la droga". Torralba puntualizó que el centro de asistencia de La Rosilla "no es un dispensario de metadona, porque para eso se necesita una analítica previa, pero sí un lugar desde el que se deriva a los toxicómanos para que se integren en programas de desintoxicación.