Ramales esconde la tumba de Velázquez
La zona en la que han aparecido los restos de Santa María la Real de la Almudena, la iglesia más antigua de Madrid, datada en el siglo VII, se encuentra dentro del denominado Recinto Histórico de Madrid. Es el área de máxima protección patrimonial. Cualquier obra, modificación de las estructura arquitectónicas, rehabilitación de bienes inmuebles, levantamiento del pavimento o encalado de cualquiera de sus edificios necesita el visto bueno de la Consejería de Cultura.En suma, no existe ningún área más valiosa para la Comunidad de Madrid, patrimonialmente hablando. La máxima figura de protección mencionada ostenta la consideración legal de Bien de Interés Cultural desde 1993.
En pocos meses se han sucedido varios descubrimientos en esta zona. No resulta exagerado asegurar que cada vez que se tira una casa del centro aparece un resto. El más sonado de los últimos tiempos ha sido el de la Casa del Tesoro y todas sus dependencias (anexos del palacio real anterior al construido en el XVIII) en la plaza de Oriente con motivo las obras de construcción del túnel y el aparcamiento subterráneo.
Todo este conjunto monumental, que abarca diferentes épocas (musulmana del periodo omeya, visigoda, medieval, borbónica...), fue destruido por las obras que encargó el Ayuntamiento. Sólo se salvaron objetos arqueológicos, pero no las trazas de los edificios. Los elementos más destacados se encuentran en un almacén de Alcalá de Henares. Su destino final será el futuro museo arqueológico de la Comunidad en este municipio.
Restos de Veláquez
A mediados de este año se hizo público que el Ayuntamiento quería levantar el pavimento de la cercana plaza de Ramales. La Comunidad de Madrid paralizó los trabajos y exigió, en virtud de la Ley de Patrimonio, que arqueólogos contratados por ella determinaran si allí se ocultaban restos de la memoria de la ciudad. Los legajos decían que el pintor sevillano Diego de Silva y Velázquez había sido enterrado en el siglo XVII en una iglesia situada en la placita. El derribo del templo en 1812 dejó en el olvido los restos del genial pintor de corte.A mediados del siglo XIX, un intento de recuperarlos resultó fallido. Al día de hoy, también se encuentra parada la recuperación de la tumba de Velázquez hasta que el Ayuntamiento pida el permiso de obras. Patrimonio pone una condición: antes de que una máquina excavadora horade el subsuelo, los técnicos de la Consejería de Cultura tendrán que haber auscultado al completo Ramales. Hasta entonces, Velázquez no podrá descansar en paz.
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