El G-7 ultima un conjunto de medidas para regular los mercados financieros

El ministro de Economía francés, Dominique Strauss Kahn, anunció ayer que el G-7 (integrado por los siete países más ricos del mundo) adoptará en breve plazo "importantes medidas" destinadas a regularizar los mercados financieros. Esta iniciativa se anunciará en una reunión de urgencia, organizada por Gran Bretaña, que se celebrará en breve. El portavoz del Gobierno alemán, Uwe Karsten Heye, confirmó que en el encuentro participarán los ministros de Finanzas y los gobernadores de bancos centrales de los países del G-7.

"Los trabajos iniciados tras la reunión del G-7 [compuesto por EEUU, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Canadá] celebrada en Washington han avanzado a buen ritmo", señaló Strauss Kahn. "A mí no me sorprendería", apuntó el ministro, "que en breve plazo sean dadas a conocer decisiones importantes dirigidas a la regularización del sistema financiero internacional".Pese a la negativa de Strauss Kahn a aportar más detalles, todo hace suponer que las nuevas medidas pueden estar contenidas en el documento sobre la reforma del sistema financiero que el titular de Hacienda británico, Gordon Brown, se dispone a hacer público en breve. "Estamos muy, muy cerca del final", se limitó a indicar el ministro de Economía francés.

Plan anticrisis

Precisamente, las autoridades británicas anunciaron días atrás su propósito de convocar una reunión especial del G-7 para coordinar las posiciones. La presidencia del G-7, ocupada actualmente por Gran Bretaña, pasará a finales de año a manos alemanas. De ahí, quizá, que la pasada cumbre de Washington, celebrada el pasado octubre, encomendara a Hans Tietmeyer, presidente del Bundesbank (banco central alemán), entre otras, la tarea de establecer consultas a la búsqueda de esa reglamentación, que debe permitir un mayor control y vigilancia de los movimientos financieros.Estas medidas han sido reclamadas desde diversos foros como una de las armas necesarias para aliviar los efectos de la crisis financiera y, sobre todo, para evitar que ésta se traslade de un mercado a otro sin motivo aparente.

Los comentarios de Strauss Kahn fueron refrendados, horas más tarde, por el portavoz del Gobierno alemán. Uwe Karsten Heye confirmó la existencia de contactos para celebrar la reunión de emergencia del G-7 y precisó que a ella acudirán los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los países que integran el grupo.

Strauss Kahn se explayó, eso sí, sobre la ventajas para la coordinación de las políticas económicas europeas que aporta, a su juicio, la llegada al poder de los socialdemócratas alemanes. "Es una buena noticia", dijo, "porque facilitará el funcionamiento del Consejo del Euro y permite que Europa sea hoy más homogénea". Tras indicar que, con anterioridad al triunfo de la izquierda, "Francia y Alemania no compartían exactamente los mismos objetivos", afirmó que la nueva sintonía entre ambos Ejecutivos "va a reactivar políticamente la construcción europea, además de sostener el crecimiento".

Precisamente, el ministro francés se reiteró en su vaticinio de que Francia disfrutará en 1999 de "un crecimiento económico fuerte", en torno al 2,7%, gracias al consumo familiar, que en los últimos tres trimestres ha crecido a un ritmo del 2,6%.