Garaikoetxea ve difícil entrar en un Ejecutivo con los socialistas o el PP
El presidente de EA, Carlos Garaikoetxea, dejó ayer muy claro que el primer objetivo del próximo Gobierno vasco de coalición tiene que ser la paz. Consciente de que tiene todas las papeletas para formar parte del nuevo Ejecutivo, el líder de EA explicó que los criterios básicos que trasladaron al candidato del PNV, Juan José Ibarretxe, y que les "llevarán al Gobierno o a la oposición", son la concepción del proceso de paz, cuyas coordenadas deben ser el diálogo y la negociación entre los representantes legítimos de la sociedad, y además un gran acuerdo contra el paro, el sistema educativo y el euskera.Garaikoetxea fue el primero en participar en la ceremonia de la formación del Gobierno vasco. Además de figurar en todas las opciones que maneja Ibarretxe, EA también ha apostado por mantenerse en el Ejecutivo. Después de más de hora y media de reunión, el presidente de EA explicó que el principal objetivo de su formación era el de la pacificación, un asunto en el que coincide plenamente con el candidato del PNV, ambos firmantes de la Declaración de Lizarra.
Prefiere a EH
EA ya ha dicho de forma pública que preferiría un Gobierno en minoría con el PNV, pero con apoyos puntuales de EH. Una fórmula que en el orden de prioridades de Ibarretxe está en el último lugar, entre otras cosas porque introduciría inestabilidad y dejaría al Gobierno en manos de EH y de sus deseos de hacer política de manera normalizada en el Parlamento.Conocidas sus preferencias, Garaikoetxea aventuró ayer que un Ejecutivo con los populares es muy difícil, sobre todo teniendo en cuenta lo que se ha dicho en campaña y las alusiones a una sociedad polarizada entre los partidarios de la Declaración de Lizarra (PNV, HB, EA, IU y los sindicatos ELA y LAB, entre otras asociaciones) y los partidos que han basado su campaña en el llamado espíritu de Ermua, fundamentalmente el PP y el PSE-EE.
"Las posturas de estos partidos son de confrontación absoluta con lo que hemos mantenido", declaró. En su opinión sólo sería posible un acuerdo si tanto los socialistas como los populares hacen una "cabriola política".
Para Garaikoetxea tampoco sería deseable un pacto de Gobierno en el que los partidos integrantes firmaran un catálogo de discrepancias, o se dejaran asuntos fuera del acuerdo. "En esta ocasión lo sustancial es la paz, y no sería deseable que el Ejecutivo se sustanciara en temas poco importantes, y se dejaran fuera los importantes".
Esa fórmula, que ya se puso en práctica en la cuarta legislatura, entre el PNV y el PSE, funcionó, pero a costa de que el Gobierno fuera de gestión, y dejara en manos de los partidos el protagonismo de la política. El PSE apostó en su III Congreso de octubre de 1977 por un Gobierno que liderara políticamente el país.
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