Los residuos que contaminan acuíferos en Castellón aún no han sido retirados

El consejero de Medio Ambiente, José Manuel Castellá, admitió ayer que los residuos tóxicos, con altos niveles de aluminio, vertidos de forma ilegal por la empresa Intal en Xilxes, Vila-real, Oropesa y Almassora aún no han sido retirados en su totalidad. El consejero reconoció este hecho tras conocer la existencia del informe encargado por la asociación de vecinos Santa Quiteria-Boverot de Almassora que refleja la existencia de los mismos e indica que el vertido del aluminio "puede reportar serios perjuicios".

El informe afirma que "los vertidos industriales observados son muy diversos, a la vez que se encuentran, en muchas ocasiones, mezclados con residuos inertes que los disimulan o encubren". Asimismo añade que "diversos estudios relacionan la concentración del aluminio en el núcleo de células nerviosas con la aparición de la enfermedad de Alzheimer" y mantiene que "las concentraciones de aluminio y plomo en el cabellos de los niños aparecen como indicados de transtornos visuales y motores". La zona en la que se encuentran los vertidos es el área de acuíferos de los que se abastece la mayoría de las poblaciones de La Plana Baixa. El portavoz de la asociación de vecinos, Vicent Arnau, mantiene que existen hasta un total de 25 pozos y que "dado el grado de permeabilidad de la tierra", los residuos podrían llegar al agua que se destina al consumo humano. José Manuel Castellá no pudo determinar qué porcentaje de las 18.000 toneladas vertidas ha sido trasladado a vertederos legales, aunque aseguró que se ha trasladado más del 50%. Además, explicó que no se ha culminado el traslado de los vertidos por dificultades para encontrar un vertedero legal que admita los residuos tóxicos. Así, indicó que poco después de iniciar el traslado de los mismos a Cataluña, lugar de destino oficial, una protesta vecinal obligó a la clausura del vertedero. El máximo responsable de Medio Ambiente alegó también que la retirada de residuos no se pudo continuar porque el único vertedero de la Comunidad Valenciana preparado para ello, el de Real de Montroi, también fue cerrado. El traslado de los vertidos se inició en mayo de 1997 y debería haber estado concluido en septiembre del mismo año. Castellá indicó ayer que, probablemente, la retirada se haga totalmente efectiva a mediados del próximo mes de diciembre. Respecto al destino que tendrán los vertidos tóxicos que permanecen en las cuatro localidades castellonenses, José Manuel Castellá aseguró que, tras "muchas dificultades y meses de negociación", la consejería ha encontrado tres o cuatro puntos a los que trasladar estos residuos. Sin embargo, y aunque aseguró la legalidad de los mismos, no quiso desvelar en qué lugar se encuentran estos vertederos ante la posibilidad de que una nueva protesta vecinal provoque un nuevo cierre. José Manuel Castellá acudió ayer a Castellón a inaugurar unas jornadas sobre el medio ambiente y la industria cerámica, organizadas por la Asociación Española de técnicos Cerámicos (ATC) y la Fundació Universitat Empresa de la Universidad Jaume I de Castellón. En el acto de inauguración el presidente de ATC, Carlos Ramos, dijo que las industrias cerámicas influyen en el entorno pero también "proporcionan los medios para reparar el deterioro que causan".