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Pezzi mantiene su posición sobre el decreto de convivencia pese a la huelga de estudiantes

Carmen Morán Breña

La huelga de estudiantes de Enseñanzas Medias que se vivió ayer en toda la comunidad no consiguió mover un ápice la postura de la Consejería de Educación: se negociará todo lo que los alumnos cuestionen del borrador de convivencia redactado para los centros escolares "pero será en el foro adecuado", es decir, en el seno del Consejo Andaluz de la Juventud. Así lo afirmó el director general de Planificación, Sebastián Cano, que recibió a una delegación del Sindicato de Estudiantes a quienes comunicó que no se negociará con ellos de forma exclusiva.

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Los representantes de los alumnos en los distintos institutos de Andalucía hicieron llegar a la Consejería, antes de la huelga de ayer, una nota en la que manifestaban su apoyo al paro estudiantil como protesta por la Carta de derechos y Deberes del alumno. En dichas notas se pide que el texto del decreto, un borrador que aún se está debatiendo, incluya el derecho a la huelga sin sanción y a la reunión en horas lectivas; que el Consejo Andaluz de la Juventud, organismo en el que está incluido el Sindicato de Estudiantes (SE) que ayer convocó la huelga, apoye sus manifestaciones, y que la Consejería considere al Sindicato de Estudiantes "como único interlocutor válido de los estudiantes andaluces". El sindicato convocante rechazó la idea de discutir el borrador en el seno del Consejo Andaluz de la Juventud porque allí están representados "el PP y los de la OJE, los que hacían los campamentos con Franco", entre otros colectivos. El secretario general del SE, Miguel Jiménez, criticó ayer el borrador, que consideran antidemocrático y represivo, sin embargo afirmó que "el auténtico problema" de la educación en Andalucía "es la falta de medios" y pidió el apoyo de todas "las fuerzas progresistas". Los estudiantes recorrieron las calles de las distintas ciudades (la huelga tuvo más seguimiento que las manifestaciones), gritando sus consignas: un batiburrillo de ideas entre las que se mezclaban las de talante educativo con la condena a Pinochet, la lucha contra el paro o el derecho a ir a los institutos vestidos como quieran. Jiménez afirmó que les apoya el sindicato USTEA y la CGT y se mostró convencido de que también es así en el caso de los padres, profesores y los sindicatos UGT y CC OO, a pesar de que estas organizaciones manifestaron el martes su rechazo a la huelga de ayer. Desde el Sindicato estudiantil se anunció "una huelga más gorda" para mediados de noviembre y se invitó a los colectivos que ahora no les apoyan a sentarse con ellos para "discutir el problema de la educación". El seguimiento en las distintas provincias fue desigual. En Sevilla la policía cuantificó en alrededor de un millar los alumnos que se manifestaron, si bien el SE calculó que eran unos 8.000, "la mayor manifestación de Enseñanzas Medias desde la guerra del Golfo". En Granada, según la Delegación de Educación, secundaron la huelga un 34% del alumnado y se manifestaron más de 1.000 estudiantes, informó

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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