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Japón prepara un nuevo plan de ayudas para reactivar su economía

El Gobierno japonés anunció ayer que lanzará un tercer plan de ayudas complementario a los aprobados originalmente para 1998, con el objetivo de lograr reactivar su economía a través de inversiones en infraestructuras. Por otra parte, ayer también se conoció que la confianza de los empresarios británicos en la economía del país es la más baja en 18 años.

El Gobierno del primer ministro Keizo Obuchi anunció ayer que el próximo 1 6 de noviembre lanzará un nuevo presupuesto complementario al aprobado para 1998 de 11,8 billones de pesetas con el objetivo de seguir impulsando la reactivación económica.

Los fondos, según el diario Nikkei, se invertirán en infraestructuras urbanas, transportes y telecomunicaciones.

Si el nuevo presupuesto adicional es aprobado por el Parlamento sería el tercero en lo que va de año. El primero, de 1, 35 billones de pesetas, se destinó al gasto público, especialmente a impulsar la demanda doméstica. El segundo, de en torno a 72 billones, fue el recientemente aprobado para recapitalizar el sector bancario.

Alarma en la City

Timbres de alarma sonaron ayer en el Reino Unido inmediatamente después de la publicación de un sondeo efectuado por la Confederación Británica de Industria (CBI) que revela el peor declive de la confianza de las empresas en el futuro de la economía en los últimos 18 años.

Según el informe, sólo un 3% de las empresas se encontraban más optimistas que hace cuatro meses. El 61% piensa lo contrario.

"La economía británica encarrilada a una recesión en regla el próximo año", fue la interpretación del vespertino Evening Standard que, al igual que la mayoría de los analistas, pronostica que el Banco de Inglaterra descubrirá mayor presión para rebajar aún más los tipos de interés en un 0,5% la próxima semana.

Aunque el primer ministro Tony Blair y el ministro de Finanzas Gordon Brown sostienen que la economía británica está preparada para capear el vendaval provocado por la crisis financiera mundial, el documento del CBI sobre tendencias industriales no hizo sino magnificar los temores a una recesión.

No hay calentamiento en la economía. Se trata de un curso hacia la recesión. Esa era la deducción que prevalecía lúgubremente en la City. La libra esterlina perdió dos peniques con respecto al lunes para cerrar a 1.665 dólares, un comportamiento aún más dramático del que se esperaba en vísperas de la publicación del informe. Pero la Bolsa de Londres ganó un 1, 91% en la creencia de que los indicadores del BCI son una razón más para bajar los tipos.

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