Vecinos del Barrio del Cristo echan en cara a Zaplana el recorte de ayudas

"He venido a dar la cara, a ustedes les acompañan esos problemas desde hace mucho tiempo y yo sólo llevo tres años como presidente de la Generalitat". La explicación de Eduardo Zaplana no convenció a los cerca de 300 vecinos del Barrio del Cristo -un enclave deprimido del área metropolitana de Valencia, a caballo entre Quart de Poblet y Aldaia- que se congregaron ayer en el salón de actos y acabaron increpando al presidente cuando éste les pidió "paciencia" ante la falta de inversiones. Zaplana dijo que había acudido para responder las preguntas de los vecinos pero se marchó, ante el griterío del público, cuando sólo habían hablado un portavoz vecinal, José Moreno, y el presidente de la Mancomunidad del Barrio del Cristo, Eugenio Jiménez. Los dos le dijeron que la situación del barrio ha empeorado desde que gobierna el PP y recitaron un listado de agravios: recorte de 18 a 12 millones en el convenio de servicios sociales, reducción de cuatro millones a 400.000 pesetas para la escuela de adultos y la supresión de los cuatro talleres de inserción social que daban trabajo a 29 jóvenes del barrio. También le echaron en cara que no se han construido ni el instituto ni el centro de salud aunque "los terrenos ya han sido cedidos por los ayuntamientos". Zaplana replicó que aún no les han dado los terrenos y prometió incluir estas demandas en los próximos presupuestos. De ahí se fue a un restaurante cercano donde, arropado por numerosos cargos del PP, habló de una inversión de 12.000 millones para prolongar la línea 5 del metro al aeropuerto mediante un tranvía que seguirá el trazado del tren de cercanías de Renfe a Riba-roja. Unos vecinos del barrio, que abucheaban desde el fondo, se miraban asombrados: "¡Pero si no tenemos vías ni estación!".