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Roca defiende el "café para todos" autonómico que critica su partido

Enric Company

Miquel Roca demostró ayer una vez más, por si hacía falta, que es posible hacer un discurso político distinto del de Jordi Pujol desde su propio partido. Lo hizo a propósito de la Constitución, sobre la que habló ante un selecto auditorio convocado por la Societat Catalana d"Estudis Jurídics. Defendió sin titubear el "café para todos" tan denostado por Pujol; y criticó que se juegue con el concepto de autodeterminación . Echó en falta propuestas serias de quienes hablan de reforma de la Constitución.Pero, sobre todo, criticó que el nacionalismo catalán se haya instalado en el verbalismo.

Que Roca no es partidario de reformar la Constitución es cosa sabida. Ayer lo reiteró en una conferencia en la sede del Institut d"Estudis Catalans. La defendió tanto por los 20 años de estabilidad y convivencia como por sus virtualidades. La lectura de la Constitución da para mucho, sostuvo. El problema para obtener de ella lo que los nacionalistas quieren es de voluntad política, y eso es otra cuestión. Fijada esta posición, Roca no se ahorró comentarios críticos para quienes critican la Constitución desde el campo nacionalista. "Veo más capacidad de crítica que capacidad de propuesta", dijo. El nacionalismo se ha instalado, añadió, "en un cierto verbalismo, en una emoción por la palabras"; y en la utilización de conceptos con la única finalidad de "satisfacer a unos y otros". El derecho de autodeterminación, por ejemplo. "Me costaría mucho aceptar que se sometiera a votación mi derecho a la autodeterminación", afirmó. Recordó que este derecho puede llevar tanto a la autonomía más magra como a la independencia. "Pero la independencia no cabe en la Constitución, quede claro". En cambio, sin tocarla se ha podido tomar la opción del Ejército profesional, "pese a que el artículo 30 establece la obligatoriedad del servicio militar". De paso, Roca rechazó la acusación de que la Constitución se hiciera bajo la presión militar, como afirmó semanas atrás el líder del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzalluz. "No, no, lo que hicimos fue utilizar toda nuestra capacidad de transacción". Para justificar las transacciones añadió: "Parece que mucha gente ha olvidado quién era Franco". Lo que, según Roca, los catalanes no deben buscar en la Constitución es la vindicación de sus fueros. La vía foral es otra, sostuvo, y no interesa para nada a Cataluña. "El nuestro es un problema político, no de fueros", proclamó. La Constitución da a Cataluña "los mismos derechos que a cualquier otro". Con esta posición, Roca salía al paso de quienes sostienen, como Arzalluz y otros, que el Estatuto vasco es mejor que el catalán gracias a que recurrió a la vía de los derechos forales históricos. El problema de la financiación autonómica, que es la gran diferencia con Euskadi, es de los que, según Roca, pueden resolverse con voluntad política y dentro del marco constitucional. Tras afirmar que coincide con quienes dicen que Cataluña "quiere más", añadió: "No comparto el planteamiento de quienes dicen que quieren más que los otros". Como nacionalista no es coherente negar a los demás lo que uno quiere para su pueblo, sentenció.

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