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El comité de Ford aplaza convocar más paros para restablecer el diálogo con la empresa

El comité de Ford España no convocará nuevas movilizaciones la próxima semana como muestra de su intención de reabrir las negociaciones. Un gesto que debe tener como contrapartida la retirada de las amenazas que la dirección de la compañía lanzó la semana pasada sobre el futuro de la factoría de Almussafes y la no renovación de eventuales. Ayer, el comité aprobó por un voto de diferencia una propuesta de CCOO y CGT en la que, además de no llamar a nuevos paros, matiza la petición de promoción de empleados. Antes había rechazado otra más conciliadora de UGT.

El comité aprobó con 17 votos (CCOO tiene 10, CGT, seis, y PUT, escindido de Comisiones, tres; es decir hubo dos votos menos, uno que no votó con sus compañeros y otro, de CCOO,que estaba ausente) una propuesta conjunta en la que se exige la retirada de las amenazas de reducir la actividad en la planta "como cuestión previa imprescindible para recuperar las condiciones mínimas" de diálogo. UGT no pudo sacar adelante su propuesta, que recogió 16 votos (los 14 suyos más los 2 de Famif, administrativos). UGT se ha mostrado dispuesta a negociar y a desconvocar los paros desde el principio. SPV, escindido de CCOO y que tiene dos delegados, también hizo otra propuesta que no salió adelante.El comité se compromete a no convocar paros al menos durante los 10 primeros días de noviembre, aunque los que están aprobados para octubre, de media hora por turno, seguirán. Pasqual Guerola (CCOO), dijo que este gesto es necesario: "¿Desde qué autoridad moral podemos pedir a la empresa que retire las amenazas si nosotros no actuamos en consecuencia?".

Al margen de los gestos, se señala que los puntos que se debieran modificar o incorporar a la oferta de la empresa para que fuese aceptable son la retirada de las contrapartidas de incremento de producción que se reclaman; consolidación del plus de producción desde el 1 de enero de 1998; mejora y concreción de los puntos que tratan sobre empleo (instauración del tercer turno, un plan de prejubilación y la estabilidad de la plantilla) y la reducción de jornada laboral, que la empresa propone para el 2001 sobre la base de 36,5 horas semanales. Exigen, además, que los eventuales se conviertan en fijos (la empresa amenazó el viernes con no renovar a más de 300).

El comité ya no exige la aplicación inmediata del paso del grado 5 al 6 (aumento de retribución) de los trabajadores de cadena de montaje, aspecto que la empresa consideraba inasumible. El comité rebaja sus aspiraciones a que durante la vigencia del convenio se articulen fórmulas que posibiliten la promoción interna de estos empleados.

La empresa, según su portavoz, Juan Omeñaca, prefiere esperar a conocer a fondo la nueva propuesta para pronunciarse. Con todo, criticó que el comité vaya a continuar exigiendo el grado 6 mínimo para montaje y aseveró que "no hay amenazas, sino advertencias". Fuentes de la empresa manifestaron a Europa Press que "hay puntos en la propuesta que la empresa ya rechazó de forma clara y reiterada".

Ayer los principales sindicatos salieron al paso. El secretario general de la Federación de Metal de UGT, Manuel Fernández, Lito, afirmó en Zaragoza que su sindicato "no pagará las culpas de las actitudes irresponsables de los sindicatos minoritarios" y aseguró que éstos "aportan poco en la negociación y mantienen posturas comprometedoras", informa .

Ramón Górriz (CCOO) explicó que "no es momento de buscar que pague nadie y sí de sentarse a negociar y buscar una salida al conflicto".

A raíz del problema, el ministro de Industria, Josep Piqué, declaró ayer que "España se juega el clima favorable a las inversiones del sector", y recordó que el país, es el quinto productor mundial de coches.

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