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La ordenanza de tráfico de Bilbao duplica las zonas restringidas a camiones

La primera ordenanza municipal de tráfico en Bilbao, cuya aprobación está prevista para el primer trimestre de 1999, duplicará la zona restringida para la circulación de camiones y obligará a la matriculación de ciclomotores y minicoches. La normativa permitirá la retirada por la grúa de los coches que infrinjan la OTA, aunque el Ayuntamiento admite que esta sanción se centrará prioritariamente en los vehículos que obstaculicen la calzada. El Real Automóvil Club Vasco-Navarro (RAC) apoya la elaboración de esta norma, pero censura que no se limite la actuación de la grúa.

La ordenanza, con 139 artículos, refunde en un solo texto las disposiciones sobre circulación en Bilbao, dispersas y antiguas, ya que algunas se remontan a 40 años atrás. "Se pretende ordenar mejor el tráfico", afirma el concejal de Seguridad Ciudadana y Circulación, el peneuvista Pedro Barreiro. En ella, se regula tanto la circulación urbana (transportes especiales, señalización, aparcamiento), las actividades en la vía pública (desde mudanzas a actuaciones artísticas) como los transportes escolar y universitario, las zonas peatonales y bidegorris, además de los supuestos de retirada de vehículos en la vía pública y el régimen de sanciones. Una de las principales novedades del documento es la ampliación del área restringida a la circulación de camiones, aspecto que hasta ahora se rige por una normativa de los años sesenta y limita su tránsito a la zona del Casco Viejo y el Ensanche. En la ordenanza, el denominado cinturón periférico para camiones con tonelaje superior a 9,5 toneladas se duplica al extenderse a los barrios de Rekalde, Basurto y Santutxu. El texto, que se debatirá en el pleno municipal de la próxima semana, endurece las medidas para ejecutar obras en la vía pública, puesto que obliga a las empresas a "señalizar con placas de "prohibida la parada y el estacionamiento" con 48 horas de antelación al comienzo de la ejecución de las obras". En el caso de las mudanzas, junto a la autorización municipal, el interesado "habrá de ponerse en contacto con la Policía Municipal al menos con 48 horas de antelación". La normativa establece más restricciones para las actuaciones artísticas individuales o en grupo, como mimo, música o pintura, que "estarán sujetas a previa autorización municipal". Otra de las novedades de la normativa se centra en los ciclomotores y los minicoches, vehículos de baja cilindrada cuya demanda es cada vez mayor. Se establece la obligatoriedad de que estén matriculados y paguen de impuestos municipales. El incumplimiento de estos requisitos conllevará su retirada al depósito municipal de vehículos. Régimen sancionador La ordenanza incluye un régimen sancionador que aumenta un 20% las cuantías previstas para "aquellas infracciones cometidas en vías prioritarias o de circulación densa al constituir una grave obstrucción". Los casi 120 tipos de sanciones incluidos en la normativa preparada suponen un desembolso medio de 10.000 pesetas por infracción. Las más baratas, referidas a las paradas de vehículos en la vía pública, suponen 5.000 pesetas; la más cara, de 25.000 pesetas, se aplica a la retirada de la señalización del peligro de una vía sin autorización municipal. El RAC, organismo que defiende a los automovilistas, se ha mostrado satisfecho por la elaboración de una ordenanza "que hacía falta", señala un portavoz. Sin embargo, esta asociación se muestra escéptica por la regulación establecida respecto a los minicoches "porque si no están controlados en otros municipios, como ocurre ahora, de poco va a servir". Pedro Barreiro señala que, tras la aprobación inicial de la ordenanza en el Pleno, se abrirá un periodo de alegaciones, que deberán ser estudiadas y en su caso incluidas. El nuevo documento deberá ratificarse en otra sesión plenaria. "Puede estar aprobado en el primer trimestre de 1999", añade.

La actuación de la grúa

El Ayuntamiento bilbaíno mantiene la práctica municipal actual respecto a la OTA. A pesar de que ha habido sentencias judiciales contradictorias sobre la legalidad de la retirada de vehículos sin ticket, el consistorio bilbaíno se apoya en las dos sentencias del Tribunal Supremo "que han creado jurisprudencia dando la razón a la Administración", según el concejal Pedro Barreiro. La normativa elaborada detalla la actuación de la grúa, pero Barreiro admite que "se centrará en los casos de obstaculización del tráfico. Por desgracia, en Bilbao hay demasiadas infracciones, como dobles filas, aparcamientos en vados, etcétera, que molestan mucho más. Y ésas infracciones van a ser el objetivo prioritario". El RAC, que censura la falta de participación de los colectivos del sector en la elaboración de la ordenanza, defiende que dicha normativa limite claramente la actuación de la grúa municipal. "Debería ser menos drástica, porque ahora cualquier coche mal aparcado es llevado al depósito. La Ley de Seguridad Vial, que es de rango superior, dice que sólo se deben retirar los vehículos si se perturba gravemente el tráfico". Además, aboga por la aplicación de eximentes en la futura normativa que permita el acceso a zonas céntricas de las grúas de asistencia. "Ahora sólo pueden funcionar las grúas municipales", señala.

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