Cuerda acusa a los partidos de deteriorar Vitoria en la campaña, pero no les sanciona

Las caravanas electorales ocupando las zonas peatonales; la megafonía propagando los mensajes de los partidos con los decibelios a tope; carteles pegados en las fachadas. Los partidos no han podido ser más irrespetuosos con Vitoria y con los vitorianos durante la campaña electoral que ayer concluyó. El alcalde, el peneuvista José Ángel Cuerda, reconoció ayer que todas las formaciones políticas han "despreciado" su decreto sobre cómo debían comportarse con la ciudad durante la campaña. Sin embargo, se encogió de hombros a la hora de hablar de sanciones. El Ayuntamiento sólo ha instruido un expediente a Euskal Herritarrok por pegar carteles en las paredes. "El comportamiento de los partidos ha sido poco cívico y respetuoso con la ciudad y con el medio ambiente. Son reincidentes", se lamentó el alcalde. En esta línea, Cuerda abundó en que se trata de "un problema de educación. Se puede hacer una campaña sin molestar, pero no hay manera. Hay una especie de desidia entre los partidos". "Desde luego", añadió, "se trata de un mal ejemplo para los ciudadanos". Sin embargo, cuando se le inquirió por la posibilidad de endurecer las sanciones ante la perspectiva de las elecciones locales y europeas del próximo año, Cuerda no se pronunció. "Los ciudadanos", señaló, "tienen toda la razón cuando se quejan. Los partidos conocen perfectamente el decreto de la alcaldía y lo han obviado. Lo han despreciado".