"Me encantaría que alguien inventara el chotis-jazz"
Se dice integrante de la segunda generación de periodistas musicales en prensa escrita, "la que vino después de los grandes maestros del género: Diego Manrique, Pedro Calvo, Xabier Rekalde". Luis Martín (Madrid, 1957) se gana la vida como esforzado funcionario, pero a partir de las tres de la tarde experimenta la transmutación en ese musicólogo insaciable que lleva dentro: empezó en revistas míticas de los primeros 80 (Actual, Vibraciones), ha pasado por Diario 16 o Abc y su voz resultará conocida para los radioyentes aficionados a Onda Cero. Ha tenido tiempo de escribir una biografía de Bob Dylan, un par de libros de relatos y aún dispone de algún hueco para ejercer de programador cultural. Su última criatura es el Festival de Jazz de Ciudad Lineal, una apuesta que alcanza su tercera edición con un cartel asombroso para quienes pensaron que aquel proyecto no iría más allá de un vulgar "festival de barrio". Pues bien: el cartel lo integran Pedro Iturralde, Larry Martin, Chano Domínguez, Brad Mehldau (el pianista más impactante de la última generación) y la demoledora Orquesta Nacional de Jazz de Francia. "Confío en que una programación así, nacida de una junta municipal, constituya un dato para la esperanza", apostilla.Pregunta. ¿Al público le sigue dando miedo asistir a un concierto de jazz?
Respuesta. Un poco, sí. Es que el jazz se ha mantenido al margen de la industria, a diferencia del pop o el rock, y eso se nota. Pero esta música, que nació proletaria y rústica, se ha convertido en el eje creador de toda la música popular del siglo. Ningún género ha sabido abrazar tantos otros estilos: flamenco, pop, hip-hop, funk, soul... Y ninguno ha trascendido su esencia como acontecimiento musical para convertirse en una metáfora de la tolerancia, en un lugar en el que nadie se fija en el color de la piel.
P. Los grandes eventos del jazz se celebran en Euskadi; el festival de Música Visual, en Lanzarote; los encuentros tradicionales, en Huesca o Galicia; los Rolling Stones, en Málaga... ¿Y Madrid?
R. A esta ciudad le falta un poco más de riesgo a la hora de programar. Las instituciones apuestan por ciclos sinfónicos y similares, y no surge una chispa, una sensibilidad distinta. A mí me encantaría que sucedieran más cosas en Madrid, que surgiera algún agitador dispuesto a darle un vuelco a este panorama.
P. ¿Qué sorpresas espera de este festival?
R. En jazz siempre puede suceder cualquier cosa. Por ejemplo, me encantaría que alguien inventara durante este festival el chotis-jazz. ¿Por qué no? Jorge Pardo mezcló un buen día el jazz con el flamenco, y la aleación resultó ser perfecta.
III Festival de Jazz de Ciudad Lineal. 30 de octubre al 13 de noviembre, en el San Juan Bautista (San Nemesio, 4). Entradas: 900 pesetas.
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