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Maragall se muestra dispuesto a la reforma del Estatut por la vía de la "adición"

Enric Company

Al término de un encuentro con Josep Lluís Carod, el secretario general de Esquerra Republicana (ERC), Pasqual Maragall, explicó ayer que el avance en el autogobierno exigirá plantear la reforma del Estatut en la próxima legislatura autonómica "por la vía de la adición". Con este anuncio, Maragall realizaba una aproximación a las posiciones de los republicanos, que proponen la reforma pura y simple del Estatut. El almuerzo de trabajo sirvió también para que Carod admitiera que Maragall no es lo mismo que Pujol, ni lo mismo que el PSOE, en contra de lo que ha venido diciendo en el último año. También para que ambos coincidieran en que Cataluña necesita un cambio político.

El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat y el líder republicano comparecieron juntos ante la prensa para rendir cuenta del resultado de su entrevista, celebrada en un restaurante de la falda del Tibidabo. El encuentro de ayer era el cuarto desde el inicio del verano verano, aunque los tres primeros se celebraron en la más absoluta discreción. Los republicanos subrayaban ayer con satisfacción que Maragall quiso comparecer con Carod para explicar el fruto de estas conversaciones, cosa que no hizo tras sus entrevistas con otros dirigentes de partido, como Rafael Ribó, de Iniciativa per Catalunya (IC), y Àngel Colom, del Partit per la Independència (PI). En los esfuerzos por ganarse a los republicanos en su batalla para desbancar a Pujol de la presidencia de la Generalitat, Maragall se ha reunido también en los últimos meses con el presidente de ERC, Jordi Carbonell, y algunos viejos militantes del partido, como Heribert Barrera, Marc Aureli Vila y Víctor Torres. Pero ERC tiene decidido mantenerse equidistante entre CiU y PSC y el fruto del encuentro no pudo ser otro que, en boca de Maragall, llegar a "un punto de discrepancia civilizada". Hubo acercamientos significativos, pero insuficientes para que pueda hablarse de confluencia. Coincidieron, en primer lugar, en que Cataluña "necesita un cambio político" que la saque de la parálisis a que la aboca el agotamiento del pujolismo. En segundo lugar, en que, como dijo Maragall, en la nueva etapa que debe abrirse tras las próximas elecciones autonómicas "se dibuja la perspectiva de un cambio en el Estatut". El candidato socialista matizó que "Esquerra habla de reforma y referéndum y yo de adición y refrendamiento". No es lo mismo, pero es muy parecido. A ello agregó que esta propuesta debiera afectar a los aspectos fiscales del Estatut, entre otros, algo que satisface también a ERC. Pero advirtió que su propuesta sobre este particular aún no está asumida por el PSC. La coincidencia en que deben producirse cambios de este tipo no es, sin embargo, suficiente, admitió Maragall, para que ayer pudiera anunciar "que habrá una confluencia entre ambos partidos tras las elecciones". Sin embargo, ambos políticos se comprometieron en seguir hablando en busca de esa confluencia. Carod situó los obstáculos que separan a ERC de Maragall más en el PSC y el PSOE que en el candidato. El papel que han asumido los socialistas españoles, afirmó Carod, "perjudica el discurso de Maragall". Esquerra mantiene en los últimos tiempos que ha llegado la hora de relevar a las dos fuerzas políticas que han protagonizado los últimos 20 años de la vida política del país, CiU y PSC, a las que presenta como "dos caras de la misma moneda". Pero Carod moduló ayer esa posición. "Maragall, considerado como político en solitario, puede aportar factores reales de cambio en esa nueva etapa. No dudo en reconocerlo". El inconveniente radica, agregó, en que, a pesar de que ERC puede "tener altas coincidencias con el perfil político de Maragall", sigue siendo cierto que "está vinculado a fuerzas que no ofrecen garantías para el cambio" que preconizan. Carod se entrevistó hace una semana con Pujol y, a la salida del despacho oficial del presidente, explicó que no había habido coincidencias. Pese a los esfuerzos de su interlocutor para hacerle ver que Convergència y ERC son dos partidos unidos por el nacionalismo.

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