Expedientadas numerosas tiendas del Rastro por vender armas prohibidas

La cruzada emprendida por la Delegación del Gobierno contra la posesión de armas prohibidas tras el asesinato a navajazos de dos jóvenes en el último mes eligió este fin de semana como objetivo los establecimientos del Rastro madrileño. La Guardia Civil abrió expediente a 27 establecimientos por vender armas prohibidas, la mayoría localizados en los alrededores de la plaza de Cascorro, según señaló ayer un portavoz de la Delegación del Gobierno. Sobre los propietarios de estas tiendas pesa una amenaza de cierre y una sanción económica que puede alcanzar el millón de pesetas.

Tiendas de deportes, ferreterías, armerías (sólo tres de las 27) y locales de todo a cien hacían negocio con navajas y otras armas que, según la Guardia Civil no se pueden comercializar en estos establecimientos.

La Operación Búho, promovida por la Delegación del Gobierno para vigilar las zonas de copas en la periferia y extremar el control sobre la venta de armas, dio como resultado el decomiso de 314 armas de diverso tipo, de las que 71 fueron descubiertas en diversas tiendas.

La Guardia Civil se incautó de 243 armas, entre navajas, machetes, puños americanos, porras y bates de béisbol, en posesión de jóvenes de entre 18 y 30 años, que serán sancionados con multas de hasta 200.000 pesetas.

El delegado del Gobierno, Pedro Núñez Morgades, expresó ayer su preocupación ante los resultados de la Operación Búho: "Tenemos que analizar cómo puede salir un joven un fin de semana con armas de este tipo", declaró frente a una exposición de todo el material decomisado durante el fin de semana. Navajas (163), porras y bates (40), machetes (21), cuchillos (23), puñales (28), hachas, puños americanos, llaves de pugilato, armas de aire comprimido y simuladas, aerosoles de defensa personal y hasta bastones de estoque conforman el grueso del peligroso material que la Guardia Civil retiró de la calle.

La Operación Búho, en la que participaron 1.960 agentes y 950 vehículos de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, se saldó con 10.458 intervenciones. De ellas, 8.970 fueron controles a pie de calle en las principales zonas de copas de la capital y de municipios como Las Rozas, Majadahonda, Villalba, Pinto, Algete, Valdemoro o Arganda. Gracias a estos controles, en los que se utilizaron detectores de metales para facilitar los cacheos, la Guardia Civil pudo localizar 243 armas prohibidas, interpuso 167 denuncias y detuvo a seis personas. También se practicaron 712 pruebas de alcoholemia en 33 puntos.

El delegado del Gobierno consideró ayer "satisfactorio" el balance del despliegue de las fuerzas de seguridad y destacó la "buena aceptación" de los controles entre los jóvenes: "Hemos recibido muchas muestras de apoyo".

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Armerías inspeccionadas