Una pica en Bruselas

El martes 6 de febrero de 1996 el Gobierno vasco puso una pica en Bruselas. Después de una década perfilando lo que sería su primera "embajada", el Gobierno vasco comenzó ese año a proyectar su propia imagen en el exterior sin intermediarios. El simbolismo de la apertura de esa delegación vasca, de 900 metros cuadrados, lo dejó muy claro el propio lehendakari Ardanza cuando durante su inauguración dijo: "No creo exagerar si digo que estamos escenificando una de las acciones de mayor calado político de la corta existencia del Gobierno vasco". Aunque ese día ETA había asesinado a Fernando Múgica y en Euskadi la conmoción era general, en Bruselas la maquinaria inauguratoria no se paró. El Gobierno ya tenía su primera embajada y un instrumento de coordinación: la primer comisión bilateral Euskadi-Estado desde diciembre de 1995.

La importancia que para el PNV tiene Europa, y sobre todo el posible escenario de su construcción como ruptura del tradicional Estado-nación y el posible resurgimiento de los pueblos con voz propia, ha quedado reflejado en los viajes del lehendakari en la última década. De los 64 viajes realizados por el jefe del Gobierno vasco desde 1988, 52 han tenido como destino Europa, y el resto Sudamérica, EE UU y Asia. Esa presencia ha tenido como foros principales la Asamblea de Regiones de Europa, el Partido Popular Europeo, en el que se incluye junto al PP, y la Comunidad de Trabajo de los Pirineos. Uno de los objetivos ha sido estar presente en todos los foros europeos de interés político, para reforzar la presencia de Euskadi en Europa.

Sin embargo la actividad exterior del lehendakari Ardanza, se ha visto algo eclipsada, por la fuerte imagen de la ex consejera de Turismo, Rosa Díez, que ha capitalizado la impronta del País Vasco fuera de España, aunque sus viajes eran más comerciales que políticos.