Los forenses dirán hoy si hubo más de un asesino en el crimen de La Seu

La sesión prevista para hoy del juicio que se sigue desde el lunes en la Audiencia de Lleida por el asesinato de dos comerciantes argelinos en un hotel de La Seu podría resultar clave para determinar si Alberto Duran Carballeira, la única persona que se sienta en el banquillo de los acusados, tuvo participación directa en el doble crimen. Los informes forenses que se presentarán determinarán si las puñaladas a las dos víctimas fueron asestadas con una sola arma blanca o con dos.

El acusado siempre ha atribuido la autoría de las muertes al ciudadano filipino Jayson Parducho, actualmente en paradero desconocido. No hay pruebas directas contra él, aunque sí numerosos indicios que le convierten en coautor. Ayer declararon una veintena de testigos, entre los que figuraban familiares de las víctimas y las empleadas de la limpieza que el 26 de junio de 1996 descubrieron los cadáveres de Ali Rezagi y Ahmed Benaoudaen en su habitación de un hotel de La Seu d"Urgell. El testimonio de una de ellas, Mari Carmen B., fue impresionante cuando describió el escenario ensangrentado del crimen. También declaró la madre del acusado, que definió a su hijo como un joven nada conflictivo e incapaz "de cometer una barbarie como aquélla". Un amigo íntimo, quien a preguntas del fiscal y de la acusación particular incurrió en algunas contradicciones con relación a lo declarado ante el juez de La Seu, señaló que el día de los hechos fue a verle el acusado, al que vio "asustado, nervioso y con mucho miedo". El responsable de la investigación policial, el sargento de la Guardia Civil José Rodríguez Ucles, afirmó que en el crimen intervinieron dos personas con dos armas blancas diferentes. El médico que intervino en el levantamiento de los cadáveres también dijo que los cuerpos de los argelinos presentaban dos tipos de heridas. En la sesión de hoy se esperan con interés los informes de los forenses que practicaron las autopsias a los cadáveres. Ellos deberán determinar si las puñaladas fueron asestadas con un arma blanca o con dos. El acusado se enfrenta a un petición de 55 años de prisión.