Los acreedores de Uribitarte disponen de un mes para evitar la expropiación
Los acreedores del edificio bilbaíno de Uribitarte, el ambicioso proyecto inmobiliario que fue a la quiebra hace siete años con un agujero de más de 17.000 millones de pesetas, lo que ha supuesto uno de los mayores escándalos financieros en este sector en España, tienen un mes de plazo para vender el edificio. Éste es el tiempo que resta hasta la aprobación por el Ayuntamiento de Bilbao del expediente de expropiación del inmueble. La comisión municipal de Urbanismo debatió ayer sobre la medida dictada el pasado 1 de octubre por el titular del área, el socialista Dimas Sañudo. En el oficio, se iniciaba el procedimiento administrativo interno para expropiar el antiguo depósito franco de Bilbao, "al no vislumbrarse un proyecto alternativo". El pleno municipal que se celebrará el próximo 29 de octubre será informado de esta actuación y, según señalaron fuentes del departamento de Urbanismo, la aprobación del expediente de expropiación se produciría en la sesión plenaria del siguiente mes. En las últimas semanas se han celebrado varias reuniones entre los acreedores y los actuales propietarios del inmuebles, Argentaria y Mapfre, pero, al igual que ha sucedido en los últimos años, no se ha logrado un acuerdo para desprenderse del inmueble, situado junto a la ría y cerca del Guggenheim. PASA A LA PÁGINA 3
El Ayuntamiento de Bilbao dispone de dos proyectos para Uribitarte
VIENE DE LA PÁGINA 1 El Ayuntamiento de Bilbao asegura que el desarrollo de los mecanismos de expropiación es la única manera de desatascar el conflicto y solucionar un problema que amenaza con dejar un lunar en toda la operación de revitalización urbanística de Abandoibarra. Justo al lado del edificio de Uribitarte, el Ayuntamiento acomete la urbanización del muelle para convertirlo en un paseo y la pasarela de Calatrava, construida hace año y medio, espera a estas reformas para unir plenamente ambas orillas. Para la adopción de esta medida, el Consistorio se apoya en la normativa legal que posibilita el derecho a la expropiación si un proyecto lleva más de dos años paralizado. Si finalmente se concretase esta actuación, Uribitarte se sacaría a subasta y el adjudicatario se encargaría de terminar el proyecto. Aunque se ideó para construir oficinas, ahora la opción más factible es el uso residencial. En los últimos meses, el área municipal de Urbanismo ha tenido dos ofertas para el antiguo depósito franco. La primera de ellas procedió de un grupo de constructores vizcaínos, encabezados por Construcciones Basáñez y Cimentaciones Abando, para la edificación de viviendas. 3.800 millones Esta sociedad había llegado a un importante acercamiento con los acreedores para la compra del edificio, que iba a suponer el pago de 3.800 millones por el edificio. El pacto establecía el cobro por los dos propietarios, Argentaria y Mapfre, de 1.700 y 800 millones, respectivamente. El resto del dinero, hasta los 3.800 millones, se destinaría a pagar al resto de los acreedores, con lo que éstos aceptarían una quita del 85% de la deuda. La intención del grupo de constructores es la edificación de viviendas, según un proyecto que redactaría el equipo del arquitecto Rafael Moneo, autor del Kursaal de San Sebastián. Este colectivo de empresarios ha adquirido el edificio contiguo, conocido como Uribitarte 2, que proyectan derribar para transformarlo en una plaza, una pretensión que satisface a los responsables del Ayuntamiento bilbaíno. La otra oferta sobre el antiguo depósito franco procede de una promotora privada, con capital extranjero, que quiere convertirlo en un centro de ocio y deporte. El proyecto no prevé reformas de importancia en el inmueble y contempla la habilitación de dos grandes gimnasios en sendas plantas, varias salas de multicines y un área dedicada a la restauración, mientras que en la planta baja se baraja crear una zona comercial.
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