Zaplana y Ruiz-Gallardón ofrecen a Fomento pagar la mitad del AVE entre Valencia y Madrid

Valencia estará a poco más de una hora en tren de Madrid. Ésa es, al menos, la intención de los gobiernos autonómicos que presiden Eduardo Zaplana y Alberto Ruiz-Gallardón, ambos del Partido Popular. Los responsables de Obras Públicas de ambos ejecutivos regionales ofrecieron ayer al Ministerio de Fomento asumir tanto la realización del proyecto como la financiación de una línea de alta velocidad entre la capital de España y la Comunidad Valenciana. Las obras exigirán un desembolso para las arcas regionales estimado en 200.000 millones de pesetas.

El AVE entre Madrid y Valencia, con un trazado en forma de Y, tendría parada en Albacete y destino final en Valencia y Alicante, según anunciaron conjuntamente Luis Eduardo Cortés y José Ramón García Antón, responsables de Obras Públicas de ambos gobiernos regionales. Alberto Ruiz-Gallardón, presidente madrileño, anunció hace apenas dos semanas, durante el debate sobre el estado de la región, su intención de impulsar el AVE Madrid-Valencia, un proyecto que se encuentra más retrasado y en fase de borrador entre las nuevas líneas ferroviarias que afectan a la Comunidad de Madrid. A pesar de ello, ayer, tanto Cortés como García Antón avanzaron plazos concretos: el trazado del AVE se conocerá "antes de las eleciones", afirmó el consejero valenciano. "Las primeras vías estarán puestas en el 2000", apuntó Cortés. Con respecto a la financiación, los consejeros, que ofrecieron una rueda de prensa tras entrevistarse con el Secretario de Estado de Infraestructuras, Javier Vilalta, dejaron clara la voluntad de asumir por partes iguales ambas comunidades el 50% del coste que tendrá la línea. El otro 50% correrá a cargo de Fomento. En la reunión con el Secretario de Estado no se habló de cifras concretas. Sin embargo, el estudio informativo que actualmente realiza el ministerio sobre la viabilidad de una línea de velocidad alta cifra el coste de ésta en unos 200.000 millones. Reconvertirla en alta velocidad, como quieren Ruiz-Gallardón y Eduardo Zaplana supondría duplicar ese coste. La decisión de Ruiz-Gallardón y Zaplana de asumir los 200.000 millones de pesetas que hay entre una línea de alta velocidad (350 kilómetros por hora) y velocidad alta (por encima de los 240 kilómetros por hora) muestra un giro radical con la actitud de ambos responsables del PP hace apenas un año. Entonces, ambos presidentes descartaron abonar el 50% de la línea si esa aportación no tenía "carácter retornable". Cortés llegó a afirmar que el proyecto del AVE a Valencia era "hablar por hablar". El nuevo interés de Zaplana y Ruiz-Gallardón por el AVE Madrid-Valencia se concretará en un convenio que ambos presidentes firmarán antes del 5 de noviembre. Según las declaraciones de ambos consejeros, el Ministerio de Fomento "ve con muy buenos ojos" este tren de alta velocidad. El AVE, que circularía a 350 kilómetros por hora, uniría Madrid con Valencia en una hora y veinte minutos; Madrid con Albacete en una hora; y Madrid con Alicante, en una hora y tres cuartos, señaló el consejero madrileño, quien además recalcó la importancia de este trazado tanto para Madrid y Valencia, como para "toda España". Según García Antón, las previsiones de ambas comunidades son tener listo el proyecto para antes del próximo verano y empezar a tender los primeros metros de vía en el año 2000. Ambos consejeros expresaron puntos de coincidencia en casi todos sus planteamientos, según dijeron públicamente. García Antón admitió que las cifras que se barajan son estimativas: "Habrá que esperar a tener datos más concretos del estudio del proyecto y de los volúmenes de tráfico que permitan algún sistema de financiación pública y privada". Sin embargo, dejó claro que ninguna de las dos comunidades "tiene miedo a hacer frente" a la mitad del coste total de las obras. Respecto al paso del AVE por Albacete, Cortés dijo: "No le vamos a pedir dinero a Castilla-La Mancha, pero sí que se sume al proyecto", y señaló que, en caso de que no lo hiciera así, la llegada a Alicante tendría que ser vía Valencia. En este sentido, las primeras declaraciones de la consejera de Obras Públicas del gobierno de Castilla-La Mancha, Araceli Muñoz, no fueron precisamente halagüeñas. Muñoz aseguró que de una "entelequia" hablar del AVE Madrid-Valencia y señaló que la reunión celebrada en el Ministerio de Fomento responde a un "objetivo claramente electoral". "El presidente Zaplana no tiene otro remedio que ir en la dirección en que está avanzando, pero creo que de momento es una entelequia hablar del AVE Madrid-Valencia", dijo la consejera castellano-manchega. Antes de conocer la primera reacción de su colega castellano-manchega, el titular de Obras Públicas valenciano explicó que se ha optado por hacer discurrir el trazado por Albacete, alejándose de Cuenca, "siguiendo la misma filosofía que en la N-III" y para preservar zonas naturales de especial valor, como las Hoces del Cabriel. A este respecto, Cortés destacó que ambas comunidades "trabajamos siempre conjugando el desarrollo con la protección del medio ambiente". Los dos brazos de la Y griega se abrirían a la altura de Minglanilla (Cuenca), y, según Cortés, en el paso por la comunidad castellano-manchega, el gobierno de José Bono, aunque no contribuya con financiación, "tiene mucho que aportar para que el trazado transcurra por el sitio correcto y para que las expropiaciones se hagan de forma ágil y pactada". "Creo que tiene que llevar el AVE a Albacete, para vertebrar más Castilla-La Mancha con las regiones levantina y madrileña", consideró Cortés. Este AVE, cuyas posibles paradas intermedias declinaron concretar ambos consejeros, pondrá en comunicación a 12 o 13 millones de habitantes -entre Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia y Albacete-, "una cantidad importante de la población española, que necesita un medio de transporte de este tipo", señaló el consejero valenciano. Tras recordar que este proyecto estaba recogido ya en una normativa de la Unión Europea de 1996, García Antón dijo que su realización es fundamental para la Comunidad Valenciana, tanto porque permitirá conectar mejor sus tres puertos con Madrid como por el hecho de que seguirá potenciando su turismo.