Jesús Gil, ante los jueces

ANTONIO YÉLAMO La comparecencia esta semana del alcalde de Marbella, Jesús Gil, ante el juez Santiago Torres, sitúa el debate surgido en Andalucía en sus justos términos. Esto es, un responsable público tiene que dar cuenta de su gestión, no ya ante los órganos democráticos de control -entiéndase en el pleno de la corporación municipal, al que apenas acude-, sino ante la autoridad judicial y bajo sospecha de haber cometido graves irregularidades. Pero en el plano político queda aún mucho por hacer. Por lo pronto, su desalojo de la presidencia de la Mancomunidad de la Costa del Sol. Si bien hay en torno a este objetivo cierta unanimidad, el PP se inclina más bien por arrebatarle a Gil el control que ejerce sobre la empresa mancomunada de aguas, la verdadera "joya de la corona" del ente supramunicipal. Por ahí van a ir los pasos del cerco que se estrecha cada vez más contra el polémico alcalde marbellí. Será además esta una semana en la que verá la luz una nueva formación política. Como organización plenamente autónoma, se constituirá el Partido Democrático de Nueva Izquierda en Andalucía en el congreso a celebrar el sábado en Sevilla. Al frente se situarán Herminio Trigo, como presidente, y Jerónimo Andreu como secretario general. Siguen a la espera de que el PSOE concrete su fórmula de colaboración. La tardanza en la respuesta podría interpretarse como un claro rechazo de los socialistas a la oferta de ir en coalición a los próximos comicios. Será, en todo caso, el PDNI en Andalucía un partido con entidad jurídica propia con la pretensión, además, de incorporar a los integrantes de Izquierda Andaluza. Y a todo esto, Manuel Chaves volverá a viajar de nuevo, esta vez a París, para asistir a un encuentro de la Red de Regiones Periféricas Europeas. La ocasión puede ser aprovechada por el jefe del Ejecutivo andaluz para dar un salto a Bruselas y protagonizar un último esfuerzo ante las autoridades europeas y evitar así la dura sanción prevista por la ayuda dada a Cárnicas Molina. Hay buenas perspectivas. No obstante, habrá sanción pero en menor grado y en unos términos que posibilitarán su venta a Campofrío, con lo que se salvarán todos los puestos de trabajo. De esta forma, la patronal respirará tranquila, ya que no ve con buenos ojos la presencia del sector público en la actividad empresarial. Aunque esto último habrá que matizarlo. Los empresarios siguen muy pendientes y ávidos de todas las ayudas y subvenciones posibles, incluso para la gestión de los residuos industriales, capítulo en el que mantienen un curioso forcejeo con el consejero de Medio Ambiente, José Luis Blanco. Es cuanto menos llamativa la rapidez y contundencia con la que se emplean contra Blanco, como si fuera el único que mete la pata más de una vez en el Gobierno andaluz. Las razones de este comportamiento contra el consejero bien las conoce Rafael Álvarez Colunga, que el jueves optará a su reelección como presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía. Y para empresario, el ex ministro Rodolfo Martín Villa, presidente de Endesa, entidad que ha "engullido" a Sevillana de Electricidad. Estará el martes en la capital hispalense para dar una conferencia sobre el futuro del sector. Bueno será que venga con el nombre de quién se hará cargo de los destinos de Sevillana, ya, por cierto, bien desdibujada. Conforme al compromiso adquirido ante el presidente de la Junta, dicho nombramiento ha de recaer en un andaluz de consenso entre todos.