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Un neonazi en el banquillo

El ex presidente de Cedade, primer juzgado en España por apología del genocidio e incitación al odio racial

Pedro Varela, ex presidente del disuelto grupo nazi Círculo Español de Amigos de Europa (Cedade), estrenó ayer en España la acusación por el delito de apología del genocidio e incitación al odio racial. La fiscal solicita para él dos penas de dos años de prisión y una multa de 900.000 pesetas al considerar que cometió esos delitos de manera continuada en su condición de propietario de la librería Europa de Barcelona, desde la que se vendían y distribuían a toda España, el resto de Europa y otros países del mundo libros, vídeos y todo tipo de materiales en los que se defendía el régimen de Hitler, se negaba el holocausto y se incitaba a la aniquilación de ciertos grupos sociales. Los Mossos d"Esquadra -la policía autonómica catalana- registraron la librería en diciembre de 1996 y se incautaron de 20.976 libros, 324 vídeos, 35 casetes y 124 fotolitos. El caso empezó a juzgarse ayer en Barcelona en aplicación del vigente Código Penal, pues en el texto derogado no estaban previstas estas conductas.

Durante las más de cuatro horas que duró su interrogatorio, Varela negó "ser un genocida o incitar al genocidio" y se definió en varias ocasiones como "un librero que sólo atiende las necesidades del público y al que le robaron su biblioteca privada". Luego aludió a las leyes del mercado para justificar el genocidio, aunque acabó empleando argumentos ideológicos. "Existe una gran carga emocional propagandística de los vencedores de la II Guerra Mundial que conviene revisar de cabo a rabo, porque la historia nunca está cerrada", sostuvo.

Pedro Varela, que actualmente está en libertad y sigue regentando esa librería en Barcelona, justificó también la presencia de centenares de panfletos nazis en su establecimiento asegurando que cuando Cedade se disolvió en 1994 él se hizo cargo del archivo de la organización, fundada en 1965, y que llegó a tener 50 delegaciones en España. "Es como si recibiera la herencia de un abuelo, y creo que uno no puede tirar los trastos históricos", dijo.

Cedade era, según Varela, el "brazo social" y la librería Europa "el brazo político". Luego se refirió a la pluralidad ideológica de las obras que vendía, con Quevedo y Sabino Arana incluidos, aunque admitió: "Yo no tengo la culpa de que el público me pida un ejemplar de El capital cada equis tiempo y en cambio varios de Mi lucha en un solo día". Esa misma pluralidad ideológica fue aportada como prueba documental antes del juicio por la defensa del acusado, que presentó la factura de compra por parte de Varela de libros que nada tenían que ver con el nazismo. En esa fase de cuestiones previas el defensor intentó sin éxito la suspensión de la vista argumentando, entre otras cosas, la inconstitucionalidad de los artículos del Código Penal (607 y 510) por los que se acusa a Varela.

El abogado de SOS Racismo y de la comunidad israelí de Cataluña, que ejerce la acusación particular en el caso y solicita penas que suman ocho años de cárcel, recordó: "En cuatro años la librería compró 232 libros de ésos y más de 20.000 de temática nazi o fascista". Varela replicó que habría que precisar el significado de las palabras, "porque el término fascista es político y yo no soy difusor de ninguna doctrina, sólo un librero". Un librero al que desde la muerte de Franco se le niega la presencia en las ferias que se organizan en Barcelona. Por acuerdo de sus colegas, según el abogado de la acusación, y "para evitar incidentes", a juicio de Varela.

Su declaración estuvo trufada también de momentos distendidos, como cuando definió a Cedade como la única organización catalanista que mostraba banderas catalanas durante el franquismo, pero en otros instantes del interrogatorio se evidenció la realidad de los hechos que se estaban juzgando. Ocurrió, por ejemplo, cuando se habló de Anna Frank y Varela explicó: "Murió de tifus, no convertida en jabón ni en las cámaras de gas, como se ha dicho".

Al juicio asiste, en calidad de observador, Simon Samuel, presidente del Centro Wiesenthal de Europa, que desde hace años realiza una amplia campaña de denuncia de las actividades nazis en el mundo. La vista proseguirá hoy con la declaración de más testigos de las partes, entre los que figuran la hermana del propio Varela y dos ex miembros de Cedade.

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