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El Gobierno regional y los sindicatos certifican su total desencuentro

El Gobierno regional y las centrales sindicales ya se hablan, pero les sirve de poco. El consejero de Economía, Luis Blázquez, se reunió ayer con los responsables laborales de Comisiones Obreras y UGT por primera vez desde la crisis de septiembre, cuando los líderes sindicales tacharon de "embustero" a Ruiz-Gallardón y éste rompió relaciones. El reencuentro fue un gesto de buena voluntad, pero acabó en completo fracaso.

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Blázquez se desahoga

Sindicatos y Ejecutivo volvían a compartir mesa, en compañía de los empresarios de la CEIM, con motivo de una nueva convocatoria del Consejo de Madrid para el Empleo y la Formación. La sesión se prolongó durante cerca de cuatro horas, pero el entendimiento, ante la decepción de los representantes sindicales, fue nulo. Para empezar, el debate sobre siniestralidad laboral se pospuso para mejor ocasión. El análisis de los presupuestos regionales de 1999, también: Blázquez dijo que no podía avanzar nada mientras el borrador de las cuentas no se aprobara en el Consejo de Gobierno. Sobre la negociación para las 35 horas semanales, el director de relaciones laborales de la CEIM, Pablo Gómez Albo, admitió que se encuentra "exactamente en el mismo punto que en julio". O sea, bloqueada.

Ante semejante panorama, el representante de UGT, Miguel Ángel Abejón, esbozó una interpretación política. "En el Consejo de Gobierno se están imponiendo las tesis más duras del PP. Está claro que el centro le pilla cada vez más lejos a Ruiz-Gallardón", lamentó. "Lo de negociar con nosotros se lo han tomado como un pesado trámite. Ha sido un esfuerzo formal", apostilló Gregorio Marchán, de CC OO.

Mientras sobre los temas calientes pasaba de puntillas, el consejero inundó la reunión de prolijos informes técnicos a cargo de los gerentes de distintas agencias públicas para el empleo. Por su parte, el representante de la patronal madrileña alertó sobre los "desajustes" entre oferta y demanda. "Nos hemos percatado de que los empresarios no encuentran a ciertos profesionales en Madrid, tanto en la industria como en el sector comercial, y tienen que buscarlos en otras provincias", detalló Gómez Albo. Blázquez se mostró poco entusiasta con la reanudación del diálogo con los agentes sociales. "Es una cuestión de responsabilidad y respeto institucional, al margen de simpatías o antipatías", se limitó a decir.

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