Los compositores afirman que la música de cine en España atraviesa un gran momento
La música de cine en España atraviesa un gran momento creativo, a tenor del surgimiento de nuevos compositores y del prestigio alcanzado por veteranos como José Nieto, por ejemplo, a quien la Mostra le dedica un homenaje. Ésta fue una de las ideas que ayer gravitó en la inauguración del VII Congreso Internacional de Música de Cine, presidido por el autor de la banda sonora de la popular Love Story, Francis Lai, quien dijo que siempre intenta con su música que "la gente sueñe". Por otra parte y pese a los problemas económicos, en la territorios de la ex Yugoslavia se vuelve a hacer cine.
Compositor de bandas sonoras de más de un centenar de películas y autor de algunas melodías que aún se tararean como la de Love story, que le valió un Oscar en 1970, o la de Un hombre y una mujer, Francis Lai aseguró ayer que nunca busca el éxito de manera premeditada. "Si encuentro algo y al público le gusta en ese momento, pues ¡bravo!", apuntó el músico que, sin embargo, goza de gran popularidad en su especialidad gracias, precisamente, a sus temas comerciales. Edith Piaf, Ives Montand o Mireille Mathieu interpretaron con éxito algunas de sus canciones. Lai empezó tocando el acordeón, cuando la enseñanza de este instrumento no era objeto de estudio en el conservatorio y "no se podían tocar las obras clásicas". Más tarde, cuando la mano izquierda se liberó de los acordes prefabricados del instrumento, "y se pudo tocar a Bach, el acordeón se integró en la orquesta". Pero desde hace tiempo Lai, también pianista, apenas utiliza el acordeón en sus composiciones y se sirve sobre todo de los sintetizadores, que le permiten mezclar con relativa facilidad acompañamientos de Miles Davis, Charlie Parker o Gillespie, comentó el compositor, que admira la música romántica de Chopin y Beethoven, el blues y "todo tipo de música". Con Claude Lelouch, director de Un hombre y una mujer, ha trabajado en varios filmes y con un método bastante inusual. Lai escribió la música antes del rodaje, sin haber visto niguna imagen. "El director quería que, de alguna manera, los personajes interpretaran sus papeles siguiendo el ritmo de la música", y añadió: "Lelouch piensa que si ven antes las imágenes, la música lo que hace es como duplicar el sentido de lo que se muestra". Lai ofrece un concierto hoy en el Palau de la Música de Valencia (19:30) en el que se interpretarán algunas de las melodías más populares del repertorio del compositor francés. El Congreso de Música de Cine reúne a una buena parte de los principales compositores españoles. Algunos de ellos acaban de empezar su andadura con paso muy firme, como Roque Baños, autor de las bandas sonoras de Carreteras secundarias, de Emilio Martínez-Lázaro, La pareja perfecta, de Francesc Betriu, o Torrente, el brazo tonto de la ley, de Santiago Segura, que ha suscitado comentarios muy elogiosos. José Manuel Pagán, compositor de Tic-tac, nominada al Goya a la mejor banda sonora este año, y de varios títulos de Bigas Luna como Lola o Angustia, es otro de los participantes, junto al italiano Piero Umiliani, uno de los primeros que introdujo el jazz en bandas sonoras como Rufufú, entre otros músicos. En la jornada inaugural de ayer se recalcó que la situación de la música de cine en España pasa por un gran momento de eclosión creativa y de elevada calidad que la sitúa al nivel de la cinematografía de EE UU. De hecho, algunos de los compositores españoles están entre los más solicitados del momento. Este es el caso de José Nieto, al que la Mostra le ha concedido el premio al Mejor Autor de Bandas de Música 1998 por su trayectoria musical. Kusturica Por otra parte, el componente del jurado internacional y comisario del ciclo dedicado al cine de la ex Yugoslavia, el bosnio Asaf Dzanic, explicó ayer que se vuelve a hacer cine tras el conflicto bélico y pese a los problemas económicos. "Hay una nueva fórmula de producción privada que permite realizar a Serbia 10 películas al año; a Croacia, seis; a Eslovenia, tres o cuatro, y a Bosnia, una", apuntó. Dzanic afirmó que sí existe una escuela yugoslava de cine caracterizada por el "realismo crítico y elementos oníricos", y que se expresa en películas de realizadores como Kusturica, Matic, o Babaja. Del primero, el director más célebre de todos ellos gracias a filme, como el polémico a causa de su presunta tesis proserbia, Underground o Papá está en viaje de negocios, comentó que es muy relevante y representativo, "también del cine de Bosnia". El estudioso del cine, además, aclaró que los únicos problemas que ha tenido para confeccionar el ciclo son de índole técnica o de disponibilidad de las cintas. Dzanic está esperando la publicación de su traducción del libro de Juan Goytisolo El cuaderno de Sarajevo. Obra de la que destacó el conocimiento profundo de las circunstancias del conflicto yugoslavo y la síntesis que realiza el escritor -del que ya ha traducido otras obras- de la intersección de culturas, pueblos y religiones diferentes.
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