La reivindicación de la figura de Joan Fuster divide a los miembros del CVC
Sólo mencionar el nombre del escritor valenciano Joan Fuster avivó ayer en Monòver, en el Vinalopó Mitjà, durante un pleno extraordinario del Consell Valencià de Cultura, las llamas de un debate dialéctico plagado de susceptibilidades y palabras que disfrazaban heridas sin cicatrizar. La chispa fue una moción presentada por los representantes de EUPV en el máximo órgano consultivo de la Generalitat en materia cultural, artífice del dictamen sobre la lengua.
En la propuesta, los consejeros Carmen Morenilla y Vicent Álvarez pedían la aprobación de tres resoluciones para reivindicar la figura del ensayista de Sueca. Los representantes del PP y del regionalismo valenciano optaron por las maniobras dilatorias: solicitar que el debate se trasladara a un pleno posterior porque, decían, el tema es susceptible de ser estudiado en una comisión. En concreto, los dos consejeros elegidos a iniciativa de de EUPV sometieron al pleno para su aprobación tres puntos: que el Consell Valencià de Cultura se dirija a la Generalitat para conocer los proyectos de utilización de la casa de Joan Fuster en su pueblo; que los miembros del órgano realicen una visita a dicha casa como muestra de su reconocimiento al legado del autor de Nosaltres, els valencians y, por último, que el CVC haga llegar a las instituciones valencianas la necesidad de reconocer su figura. Los dos primeros puntos fueron aprobados en consenso con ligeras matizaciones, y se decidió que el tercero, cuya redacción debe ser ampliada y concretada, se posponga y pase a ser estudiado en comisión. Esto era precisamente lo que el consejero por el PP Ricardo Bellveser pretendía que sucediera con los tres puntos. Bellveser insistió en que el pleno extraordinario que el CVC celebró ayer en Monòver, como parte de la estrategia de acercamiento del órgano a los ciudadanos mediante una serie de visitas a diversos pueblos de la Comunidad Valenciana, no era el "marco conveniente" para debatir esa cuestión. En la misma línea se expresaron su compañero de partido Joaquín Calomarde y el regionalista José Boronat, quien fundamentó la petición en "el uso y la costumbre" del Consell. Falta de unanimidad Los autores de la moción la defendieron alegando que existen otras propuestas que se debaten en el pleno sin que previamente hayan pasado por una comisión. Carmen Morenilla aseguró a sus compañeros que "si la moción no prospera, no lloraré". Bellveser la acusó de pretender "forzar la falta de unanimidad respecto a Fuster" y reivindicó la unanimidad para el escritor. El CVC valoró también la conveniencia de apoyar la protección de las alquerías del barrio valenciano de Campanar frente a las demoliciones decretadas por el Ayuntamiento de Rita Barberá, que ya han comenzado. Los integrantes del órgano consultivo acordaron solicitar la información necesaria para estudiar si se adhieren a las voces que aspiran a salvar estas alquerías de la piqueta municipal. A la reunión extraordinaria, que se desarrolló en el salón de plenos del Ayuntamiento de Monòver, acudieron 13 de los 21 consejeros. Antes de iniciarse la sesión, los miembros del CVC tuvieron la oportunidad de visitar los principales yacimientos culturales monoveros: la Casa Museo de Azorín, el archivo municipal, el edificio consistorial y los archivos notariales y el Teatro Principal, que actualmente se halla en proceso de restauración. Además de para acercar la institución a los ciudadanos, esta iniciativa permitirá al Consell Valencià de Cultura conocer de primera mano la situación cultural de las localidades valencianas.
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