Como en Tokio
Quisiera denunciar la situación que vivimos día a día los pasajeros de la línea de autobuses Majadahonda-Madrid que cubre la compañía Llorente.En las horas punta -entre las siete y las ocho de la mañana y entre las seis y las ocho de la tarde-, la carencia de un número suficiente de coches hace que gran cantidad de personas se aplasten literalmente unas contra otras para poder efectuar su viaje.
Sólo falta que la empresa Llorente contrate a unos empujadores para que esas líneas -651, 652, 653- se asemejen al metro de Tokio.
Desgraciadamente, hay muchas personas a las que una empresa condena todos los días a desplazarse a sus trabajos en medio de penosas condiciones. En ese sentido desearía invitar a los dueños de la empresa a que compartan un solo viaje, uno solo, en uno de esos autobuses a las horas mencionadas. Y como final, una pregunta: ¿es tan difícil aumentar el número de coches y su cadencia de paso en esas malditas horas? ¿O es que sólo se trata de ganar dinero, mucho y rápido?-
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