Un millar de clientes del BCH-Internet pudieron acceder al correo confidencial de otros usuarios
Un conjunto de unos 1.000 clientes, particulares y empresas, que tienen contratados los servicios de banca electrónica BCH-Internet, del Banco Central Hispano, han podido acceder a lo largo del pasado fin de semana, por un error del sistema informático de la entidad, al correo confidencial remitido por otros usuarios a la propia entidad.Todos los abonados a este servicio para operaciones de transferencias recibieron automáticamente todas y cada una de las comunicaciones y referencias generadas por el resto de los integrantes del listado cerrado del BCH. Entre 160 y 60 mensajes particulares diferentes acerca de operaciones se acumularon en los buzones de cada cliente, según el testimonio de dos de ellos Pedro U. y Tolo R., domiciliados en Palma de Mallorca. El sistema en línea bilateral fracasó momentáneamente y se transformó en una malla de acceso general.
El incidente, atribuido por expertos a una saturación del programa-robot que opera la lista de distribución automática de correo en el área del servicio BCH-Internet, fue reconocido anoche por fuentes de la entidad bancaria. El banco negó que en la avería se hubieran producido perjuicios o desvelado datos que vulneren la estricta confidencialidad o seguridad de terceros. El banco señaló que ayer se había subsanado la avería telemática. Ninguno de los dos clientes citados había recibido una explicación precisa por parte de la empresa. "Un defecto en la configuración de la lista de distribución del correo, que se saturó, provocó el rebote instantáneo de todos los mensajes captados en la central", explicó el BCH.
El banco informó que "los afectados integraban un registro de cuentacorrentistas a los que se les había facilitado una clave personal para acceder a un segundo nivel y poder efectuar operaciones concretas y no sólo mirar el saldo o recibir información".
Los dos usuarios de Mallorca que desvelaron la anomalía informaron que algunos de los mensajes que saturaron sus buzones hacían referencia a cuestiones financieras en trámite entre el remitente y el BCH. "En tres días de fiesta el sistema automático se ha alocado" explicó Pedro U., para quien el accidente informático se debió a un colapso de un sistema que acaba de estrenarse.
Un cliente afectado expresó su malestar porque otras personas pudieran haber conocido datos sobre su estrategia financiera y su eventual nivel de liquidez, habida cuenta que tramitaba una nueva línea de crédito con el banco.
La página de acceso al servicio BCH-Internet informaba anoche: "Ha solicitado un documento seguro. El documento y cualquier información que envíe serán cifrados a efectos de confidencialidad mientras estén en tránsito".
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