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Industria exigirá mayores medidas de seguridad a las 71 gasolineras urbanas

El Gobierno vasco tiene el propósito de exigir a las 71 gasolineras urbanas existentes en la comunidad autónoma unas medidas de seguridad específicas y más rigurosas que las que se aplican al resto de las estaciones de servicio. La nueva normativa, que se plasmará en la nueva legislatura, introducirá una mayor frecuencia en las revisiones y requerirá para los empleados una formación más estricta en materia de seguridad. Sobre todo cuando se realiza la descarga de combustibles. En el último año, tres estaciones de servicio urbanas -dos en Guipúzcoa y una en Vizcaya- han desaparecido y otras cuatro han acometido una reestructuración global de sus equipamientos, según Industria. Las instalaciones de las gasolineras urbanas son antiguas, especialmente en Vizcaya, donde tienen una vida media que ronda los 30 años y en algunos casos llega a alcanzar los 70. En Guipúzcoa, su antigüedad oscila entre los 20 y 50 años, mientras que en Álava la situación es más variada: de sus 16 estaciones, seis tienen más de 30 años y otras dieciséis llevan funcionando entre 20 y 30 años, mientras que sólo cuatro tienen menos de veinte años de existencia.

Una auditoría señaló deficiencias en las medidas contra incendio y en las operaciones de descarga

La actuación de control del Gobierno vasco sobre las estaciones de servicio se ha visto condicionada por la falta de competencias, según afirma la directora de Industria, María Luisa Fuentes. Los planes de auditorías en las gasolineras se iniciaron hace dos años, con un estudio de las instalaciones potencialmente contaminadas por la filtración de combustibles alsubsuelo, y prosiguieron el pasado año con un informe sobre las 71 gasolineras ubicadas en el casco urbano de localidades vascas, la gran mayoría de ellas en las tres capitales. El estudio determinó la necesidad de mejorar las operaciones de descarga de los camiones cisterna de aprovisionamiento y de realizar una comprobación más intensa de la situación de los tanques de combustible. También planteó abordar un programa de sustitución de las instalaciones mecánicas que tienen una cierta antigüedad en las gasolineras urbanas. "Las instalaciones eléctricas y mecánicas deberán tener un mantenimiento y control regular y adecuado, con una revisión general de las mismas al menos una vez al año". Estas medidas, señala el informe, debe incrementarse en determinadas circunstancias, puesto "que el riesgo potencial más importante asociado a los accidentes de explosiones o incendios es el eléctrico, causado por las deficiencias de las instalaciones o trabajos en los que interviene esta energía". A pesar de la elevada antigüedad media y del riesgo potencial añadido por su ubicación en núcleos de población, en la última década sólo se ha producido un accidente grave en una estación de servicio urbana. Ocurrió en 1989, en una estación situada en el casco urbano de Gernika. Una explosión provocada por el contacto de una chispa eléctrica con el gas de los combustibles causó el fallecimiento de dos personas. La instalación quedó definitivamente clausurada tras el siniestro, que dio lugar a que se incrementaran las inspecciones y se adoptaran medidas adicionales de seguridad. El informe encargado por el departamento subraya la conveniencia de mejorar la formación de los trabajadores de las gasolineras. Especialmente en las tareas "centradas específicamente en las operaciones relacionadas principalmente con la carga y descarga del producto en los depósitos, atención al público, mantenimiento y conservación de las instalaciones". Medidas contra incendios Según Industria, es necesario fomentar en el sector una cultura preventiva del riesgo, "por tratarse del manejo de materias inflamables que se encuentran clasificadas en la legislación y ordenanzas laborales como muy peligrosos". Junto a ello, se advierte de la necesidad de mejorar los sistemas de protección contra incendios, que en las inspecciones realizadas presentaban deficiencias en cerca de la mitad de las gasolineras. El Ejecutivo trabajará ahora en la elaboración de una regulación específica "de las condiciones y requisitos de seguridad" de las gasolineras urbanas, cuya ejecución estaba condicionada a la aprobación de la Ley estatal de Hidrocarburos, que ha sido ratificada a finales de septiembre por el Congreso de los Diputados. Junto a ello, se pretende introducir un incremento en la frecuencia de las revisiones. Durante el último año, un total de cuatro estaciones de servicio de combustible situadas en núcleos urbanos han reestructurado sus instalaciones: dos de ellas en Álava, una en Vizcaya y otra en Guipúzcoa. Para el Departamento de Industria, uno de los aspectos fundamentales es la prevención y por ello ha instado a propietarios, gestores y usuarios de las estaciones de combustible urbanas a "extremar de la forma más responsables y eficaz todas las medidas necesarias basadas en una auténtica acción preventiva". "Debe rechazarse la opinión, tantas veces aplicada, de que algunos accidentes ocurren por errores humanos. Siempre detrás de un error humano existe la falta de una acción preventiva", señala Industria. Las instalaciones de suministro y venta al público de combustible están reguladas en el País Vasco por una ley del Parlamento vasco de 1990, "que en la mayoría de los aspectos resultaba más restrictiva que la de ámbito estatal", afirma María Luisa Fuentes. Con la aprobación de la nueva normativa de ámbito estatal en 1995 y 1996, coexisten ambas leyes. Sin embargo, con la reciente aprobación de la ley de Hidrocarburos, el Ejecutivo vasco podrá abordar una normativa que refunda las distintas disposiciones legales existentes.

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