Muere en Sevilla una persona en una reyerta entre familias gitanas
Una persona falleció sobre las 18.00 horas de ayer en Sevilla como consecuencia de una pelea entre dos familias gitanas que tuvo lugar en la barriada marginal del Polígono Sur conocida como las 3.000 viviendas, según fuentes policiales. Según las mismas fuentes, los hechos ocurrieron cuando una mujer que paseaba con su perro por una calle de las 625 viviendas, una de las zonas de la mencionada barriada, fue insultada por un individuo, que incluso llegó a agredir al animal. Tras la agresión verbal, ambos individuos avisaron a sus respectivas familias, que se enzarzaron en una pelea durante la que resultó muerta una persona a consecuencia de un solo navajazo, según las mismas fuentes. La persona que murió en la reyerta registrada ayer, perteneciente al clan del Tio Casiano, es el padre del individuo que protagonizó los insultos que desencadenaron la pelea. La víctima del suceso se había personado en el lugar de los incidentes con el objetivo de intentar apaciguar a las familias. Durante los incidentes llegaron a reunirse en el lugar entre 300 y 400 personas. Esta circunstancia hizo insuficiente la presencia de la dotación normal que había enviado la Policía Nacional, por lo que fue necesaria la incorporación de una Unidad de Intervención a la que, posteriormente, se sumaron efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Local de Sevilla. En total, fue necesaria la intervención de medio centenar de agentes que se desplazaron hasta la zona para evitar que las agresiones se multiplicaran. Armas Durante las tareas de control realizadas por la policía se detectó en la zona una furgoneta en la que se encontraron cuatro escopetas, una de ellas registrada. A otro grupo, también se le incautaron distintas armas y bastones terminados en puntas de hierro, que se utilizan como arma blanca. Fuentes policiales informaron que tanto el presunto agresor como miembros de ambas familias fueron detenidas con la intención de atajar el enfrentamiento. También la joven que sufrió el incidente desde el principio permaneció en la comisaría para protegerla y para que prestara declaración como testigo principal de los hechos. A la confusión propia del incidente se sumó la presencia en la zona de otra familia, residente en el mismo complejo que los protagonistas de la reyerta, que esa misma tarde había perdido a uno de sus miembros de un disparo, al parecer, efectuado mientras se manipulaba un arma de fuego. Tras la actuación policial, y una vez controlada la zona, los agentes promovieron una reunión de los patriarcas gitanos de la zona para evitar la reproducción de los incidentes y devolver la paz. Esta reunión se llevó a cabo anoche.
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