Aznar asegura en Bilbao que no habrá "contrapartidas políticas" para lograr la paz

El presidente del Gobierno, José María Aznar, se comprometió ayer en Bilbao ante los ciudadanos vascos a no pagar ningún precio político por conseguir la paz en el País Vasco. "Queremos una paz limpia, sin contrapartidas políticas, sin peajes ni coacciones". Aznar no solo dio por sentado en su discurso que el proceso de alto el fuego va en serio sino que adelantó cuál será la posición del Gobierno una vez consolidada la tregua indefinida de ETA. "Aquí nadie va a hacer las maletas. Nadie va a apear a los ciudadanos vascos de sus derechos y libertades, recogidos en la Constitución y el Estatuto", dijo. Aznar, que intervino por segunda vez, en el espacio de 15 días, en un acto público en el País Vasco, quiso enviar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos vascos ante el debate político que han abierto los nacionalistas sobre el cambio en el modelo de Estado tras el final del terrorismo.Aznar dijo que "hay dos cosas por hacer; primero, la paz como objetivo prioritario y único", y en segundo lugar se refirió a las condiciones en que el Gobierno contempla cualquier futuro debate político vasco. "Poner nuestros compromisos encima de la mesa, en actitud abierta para sumar".

Mientras, el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, salió al paso de la información publicada ayer por el PAÍS de que Aznar ha marginado al vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, en el minigabinete encargado del seguimiento de la tregua de ETA. Mayor Oreja aseguró que hay "solidez y unidad en el Gobierno y en el partido". Por su parte, el ministro de Trabajo, Javier Arenas, también afirmó que Álvarez Cascos "está muy presente en toda acción del Ejecutivo y en todos sus debates".